1. Acostarte tarde
Puede que esa noche echen una de tus películas preferidas en la tele o bien comience una nueva serie a la que te quieras enganchar. Pero llegada la hora y tras haber acostado a tu hijo, comenzará a entrarte un sopor contra el que será difícil luchar.
2- Criticar a los demás
Antes criticabas sin piedad a todos aquellos padres cuyos hijos no paraban de llorar en el tren, formaban pataletas en el supermercado o armaban jaleo en el restaurante. Ahora, sin duda, te solidarizarás con ellos.
3- Tener una conversación telefónica sin interrupciones
Mientras tus hijos estén despiertos resultará misión imposible charlar con tus amigas por teléfono. "No pegues a tu hermano", "¡Eso no se come!", "¡No tires los juguetes al inodoro!", "En fin, ¿qué te estaba contando?"
4- Soltar palabrotas
Por mucho que te salgan de manera natural cuando te golpees el dedo meñique del pie contra un mueble o te desesperes mientras estás atascada en el tráfico. Los niños son como esponjas, ¡absorben todo lo que escuchan! Por eso tendrás especial cuidado en no decir palabras malsonantes porque tus peques las acabarán repitiendo hasta la saciedad.
5- Ir al baño con tranquilidad
Sola, sin tener que dejar la puerta abierta, sin que nadie la aporree, sin que te pasen notas o dibujos por debajo de la puerta, sin que alguien apague y encienda la luz repetidas veces mientras se parte de la risa... Por no hablar del espectáculo de entrar con tus peques a los baños públicos de cualquier centro comercial. En fin, ¡habrá que tomárselo con humor!
6- Relajarte leyendo un libro en la playa
No podrás quitar los ojos de tu hijo, pues en cualquier momento podría adentrarse en el mar más de la cuenta, tragarse tres kilos de arena o irse a la toalla de unos desconocidos.
7- Llevarte una maleta inmensa a los viajes
Entre el carro, la silla del coche, la cuna de viaje, los pañales, las cremas, el polvo de talco, los biberones, la manta, los juguetes... No, aquella maleta en las que metías prácticamente tu armario entero ya no cabrá en el maletero.
8- Dormir hasta tarde
Antes te podías levantar los domingos a las 12:00... ¡Ahora eres mamá!
9- Salir de fiesta (tan a menudo como te gustaría)
Buscar una niñera fiable y de confianza será difícil, ¡porque no te convencerá ninguna! ¿Con quién va a estar mejor mi hijo que con su madre? Y al final optarás por quedarte en casa, ver una película de Disney e, inesperadamente, disfrutar como nunca.
10- Ir de compras sola
¡Tus peques serán ahora tus personal shoppers! Y en el caso de que consigas ir sola de compras, no te podrás resistir a echar un vistazo a la sección de niños...
11- Soplar las velas en tu cumpleaños
A los niños les fascina soplar y apagar las velas, por lo que aprovecharán cualquier ocasión para hacerlo, especialmente en tu cumpleaños. ¡Ah! Y también abrirán los regalos por ti.
12- Tener tiempo por las mañanas para prepararte
Las mañanas son una carrera a contrarreloj: despertar a los niños, preparar desayunos, ayudarles a lavarse los dientes... ¡Te convertirás en toda una experta del maquillaje exprés!
13- Pintarte las uñas sin estropearlas
Entre los juegos y las manualidades con tus peques, la manicura te durará un suspiro. Pero, ¿y lo bien que lo vas a pasar con ellos?
14- Darte un baño relajante
Recuerda el punto 5.
15- Vivir sin preocupaciones
En mayor o menor medida, pues cuanto te conviertes en madre, preocuparte por tus hijos es algo que harás de por vida: por su bienestar, salud, desarrollo, educación, amistades...
16- Que te llamen por tu nombre
Cuando tienes hijos tu nombre se transforma automáticamente en "La mamá de [el nombre de tu hijo]". Así te conocerán todas las amistades que hagas en el cole de tu peque, en la guardería, en el parque...
17- Conducir mal (y rápido)
Ahora más que nunca se desarrollará en ti el sentido de la responsabilidad al volante. Tus pasajeros serán lo más importante de tu vida, por lo que cualquier precaución es poca.
18- Hacer deporte
Puede que no renuncies por completo a tu deporte preferido pero, quieras o no, te será más difícil encontrar tiempo para practicarlo.
19- Usar collares o pulseras con piezas pequeñas
Y brillantes o que emitan algún ruido. Son toda una fascinación para los peques, por eso, cuanto más lejos de ellos, mejor.
20- Una noche de intimidad con tu pareja
Las tendréis... ¡pero en silencio!
Estas son algunas de las cosas que cambiarán en tu vida, pero también habrá más: el amor que sentirás por tus hijos será incomparable a ningún otro. Risas, juegos, cariño, experiencia, aprendizaje... Te aseguramos que el orgullo y la felicidad que te proporcionarán no tendrá precio.
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