No está nada mal aprender a mimarse uno mismo. Premiarse puede ser una gran idea cuando llegamos a una de nuestras metas. Nos anima a continuar y siempre nos hace sonreír. ¿A quién no le gustan las sorpresas?
Eso sí, los premios dependen de la personalidad de cada uno y en ocasiones de los logros adquiridos. Haz el test y descubre qué capricho te mereces.
Recuerda que el resultado es un juego cuyo resultado se basa en tus respuestas y personalidad. ¡A ver que te toca!
Consejos
Está claro que el reconocimiento de los demás es muy gratificante, pero muchas veces es innecesario. La aprobación de los demás no es esencial para ser feliz.
Además es importante mencionar que los caprichos no tienen porqué ser siempre tangibles, los regalos más sencillos son muchas veces los que nos hacen más feliz.
No olvides elegir una recompensa proporcional a tu logro y por supuesto, no te premies por anticipado o perderá valor.
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