Ser una seriéfila conlleva muchos años de práctica: primero ante la televisión y después navegando por todas las páginas de visionado online hasta que sale el último capítulo (en versión original subtitulada, por supuesto) de una de las diez series a la que estás enganchada. Orange is the new black, Girls, Juego de tronos, True Detective, Los Soprano, Mad Men son tu biblia televisiva en este momento pero, ¿recuerdas cuáles eran las series de tu infancia? Aquí van las mejores de los 80 y los 90:
© Padres forzosos
Dinosaurios
Corrían los primeros años de la década de los 90 cuando empezamos a ver en España esta serie protagonizada por una disparatada familia de dinosaurios. ¿Recuerdas al rebelde bebé dinosaurio de los Sinclair? ¿Y su irritante voz? "¡Soy el peque, a quererme!", repetía una y otra vez... No podemos negar que ver aquella cabecera nos trae miles de recuerdos. ¡Échale un vistazo!
Art Attack
¡Qué genial era creerte capaz de hacer verdaderas obras de arte solo con papel de periodico y cola blanca! Eso nos enseñaba Art Attack con Jordi Cruz al frente, aunque siempre sospechamos que no eran sus manos las que hacían verdaderas virguerías con muy poco material e infinita imaginación... ¿Ya te habías olvidado de 'El Manitas' y 'El cabezón'? Si ahora hiciésemos caso de sus consejos, podríamos decorar una casa de lo más vintage...
Verano azul
¿Quién no ha silbado o tarareado esta canción montada en bicicleta? Si fuiste una niña en los 80, seguro que recuerdas a Tito, Bea, Javi, Pancho, Piraña, Quique y Desi, siempre acompañados de Julia. Por supuesto, también estaba Chanquete y su muerte, uno de los acontecimientos más trágicos de nuestra infancia...
Punky Brewster
La casa del árbol de la pequeña Punky era ese lugar con el que cualquiera de nosotras soñaba. Su historia y su convivencia con Henry, un viejo gruñón, nos enterneció durante las cuatro temporadas que duró la serie. Y es que Pumky Brewster era esa niña diferente, con ropa desenfadada y trenzas de colores en el pelo que cualquier mini it girl de los 90 quería imitar.
Farmacia de guardia
Un clásico de la televisión española donde los haya... Entre 1991 y 1995, los jueves por la noche a las 22.00, toda la familia se reunía para conocer los pormenores de sus personajes y el día a día de la farmacia que regentaba Lourdes, interpretada por Concha Cuetos. Aún hoy, ostenta el título de serie española más vista de la historia y seguro que no has olvidado cómo sonaba el inicio de cada capítulo:
Power Rangers
Todas queríamos ser la Power Ranger rosa pero siempre alguna amiga se la pedía antes y terminábamos siendo la amarillo, la mayor decepción de la hora del recreo. Estos súper héroes nos hacían creernos capaces de salvar el mundo de cualquier malvado.
Pipi Calzaslargas
Esa niña pelirroja que siempre iba acompañada de su mono Mr. Nelson y su caballo Pequeño Tío. Pipi nos dio grandes enseñanzas de vida: era una niña independiente que sobrevivía por sí misma sin necesidad de ningún adulto. Es cierto que también se metía en algún que otro problema pero... ¡A nosotras nos encantaba!
Blossom
Volviendo a escuchar la cabecera de esta serie se nos pone una sonrisa enorme en la cara y nos llenamos de energías positivas. Y es que la protagonista de esta serie era así, una adolescente que, en medio de una vida llena de problemas, va creciendo y superando cualquier obstáculo que surge en su camino. Aunque te parezca mentira, ya hace 20 años desde que veíamos aquellos capítulos de Blossom...
Cosas de hermanas
Tia y Tamera son dos hermanas que se reencuentran a los 14 años después de haber sido separadas al nacer. Una de ellas fue adoptada por una madre soltera y otra por un padre soltero. Cuando se conocen se dan cuenta de que, aunque físicamente sean idénticas, la realidad es que son muy diferentes. Por aquellos años, todas queríamos tener una hermana gemela con la que idear mil planes.
Padres forzosos
Esta serie fue el debut en pantalla de las gemelas Olsen, ¿las recuerdas? A nosotras nos encantaba ver cómo estos tres hombretones eran capaces de convivir y cuidar de las hijas pequeñas de uno de ellos. Con sus aventuras sentimentales y una ternura infinita nos alegraban las tardes a principios de los 90 y... Permanece atenta porque quizás vuelvan a hacerlo 20 años después con una secuela de la mítica serie.
Médico de familia
Si hay una serie española que marcase nuestra infancia, esa fue, sin lugar a dudas, Médico de Familia. Aquella entrañable historia de una familia con la que todos nos sentíamos identificados. ¿Recuerdas los chistes de Juani, la asistenta de la casa? ¿Y las salidas de tono del entrañable abuelo? Tenemos que confesar que, nos gustaba tanto, que... Aún seguimos viendo las reposiciones que echan en televisión, a pesar de esos terribles looks noventeros.
Los vigilantes de la playa
¿Qué podemos decir de Los vigilantes de la playa? Los bañadores de las chicas, el papel protagonista David Hasselhoff, la aparición en pantalla de Carmen Electra... ¡Incluso la 'intro' es plenamente noventera! Una de esas series que veíamos en las mañanas de verano antes de bajar a la piscina. Nos encantaban todos los líos amorosos que vivían los personajes mientras, de paso, rescataban algún que otro bañista despistado.
El coche fantástico
David Hasselhoff vuelve a hacer acto de presencia en esta lista, pero mucho más joven y con una voluminosa cabellera. Esta vez interpretaba a Michael, un defensor de los pobres y desamparados que, ayudado por su coche inteligente, conseguía hacer del mundo un lugar mejor. Causó verdadero furor en nuestro país y fue emitida en los años 80 y 90. ¡Seguro que la recordabas!
Sensación de vivir
Sensación de vivir fue para nosotras algo así como el descubrimiento de la vida adulta. Esa serie que, junto a otras del estilo, teníamos que ver sin que nuestra madre se enterase y apagase la tele inmediatamente porque no era adecuada para nuestra edad. En aquellos días de suerte en los que no nos pillaba in fraganti, podíamos disfrutar de emocionantes amores y desamores de un grupo de adolescentes en Beverly Hills.
Las gemelas de Sweet Valley
¿Por qué solo podíamos disfrutar de Las Gemelas de Sweet Valley cuando llegaba el verano? Es una de esas series que veíamos a la hora del desayuno en los meses estivales y no volvíamos a saber de ella hasta el año siguiente. ¿Quién decidía esa tortura? Nos encantaba conocer la vida de estas dos guapísimas gemelas adolescentes tan diferentes entre ellas...
El príncipe de Bel Air
¿Quién no ha rapeado una y mil veces la pegadiza canción que daba inicio a los capítulos de El Príncipe de Bel Air? Una de esas series con las que nos partíamos de la risa. Will Smith interpretaba (y ya hace casi 20 años de esto) a un despistado joven que se metía en líos una y otra vez.
Cosas de casa
El protagonismo indiscutible de esta serie norteamericana se lo llevaba el gran personaje de Steve Urkel, lo que hoy en día denominaríamos un verdadero friki. En un primer momento, la sitcom retrataba la vida de una familia de clase media, con tres hijos. Con la aparición de Steve, la serie se redirigió hacia la comedia más desternillante.
El equipo A
Si naciste a finales de los 70, seguro que fuiste fan de este fenómeno de la pequeña pantalla. El equipo A nos contaba la historia de antiguos soldados del ejército americano que habían sido encarcelados por un delito que no cometieron y que, tras escapar de la prisión, se ganaban la vida como "soldados a sueldo" para salvar el mundo.
Sabrina, cosas de brujas
Antes de que Harry Potter irrumpiese en nuestras vidas, Sabrina ya nos había hecho imaginar que quizás, un día cualquiera, podríamos ser mágicas y volar sobre una escoba. Acompañada de su gato negro Salem, la adolescente tenía una vida como la nuestra pero con un toquecito especial.
Salvados por la campana
No importa qué edad tuvieses, ni si eres chico o chica, a principios de los 90 nadie te podía separar de la televisión cuando escuchabas la cabecera de Salvados por la campana. Una serie que nos contaba las peripecias de un grupo de adolescentes en un instituto de California. Una de esos programas americanos que nos hacían creer que los institutos en Estados Unidos eran mucho más guays que nuestros colegios. ¡Siempre vivían aventuras geniales!
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