No es que a Telecinco se le vea el plumero, ¡es que les gusta ir enseñándolo por todas partes! La famosa prueba de ‘tentaciones’ que se repite cada año en Supervivientes ha sido la gotita que ha hecho estallar por los aires el vaso de la paciencia de los fieles seguidores del concurso. En plena recta final del reality, Lara Álvarez animó a los concursantes a raparse el pelo a cambio de una jugosa recompensa y, mientras Albert terminó como el pollito Calimero, la tonadillera montó un espectáculo de esos que no se olvidan para acabar cortándose tres dedillos de su pelazo a cambio de una barbacoa Vip con chuletones, alitas de pollo y bebida a mansalva.
Adiós a la melena de la Panto, ¿o no?
La negociación de la intérprete de Se enamora el alma con la organización para hacerse con el ansiado chuletón superó con creces a todos nuestros regateos en el mercadillo por bajar de 10 a 5 eureles ese bolso de Dolce & Cabana tan mono que teníamos fichado desde el primer ‘’bragas a un euro’’ que escuchamos al adentrarnos en el amplio mundo de la compra ambulante.
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‘’Sin mi pelo no soy nada. Sin mi pelo no puedo salir a cantar’’, decía una compungida Pantoja intentando rebajar el corte a cuatro pelillos sueltos. Resulta que nos acabamos de enterar de que la tonadillera es una especie de Sansón y si éste perdía su fuerza al arrebatarle su cabellera, a la Panto se le esfuma la voz cada vez que pasa por peluquería. ¡Qué cosa tan curiosa! Al final y para sorpresa de todos los allí presentes, fue capaz de meter tijera y quedarse con un mechón en la mano y el orgullo de comer más que ninguno casi sin esfuerzo. Los que no estaban tan contentos con el corte de pelo de Maribel fueron los que estaban en casa, con ventilador y coca cola en mano, que tuvieron que comerse con patatas el nuevo y claro trato de favor a la cantante.
Twitter se inundó de mensajes que ponían a caer de un burro a la madre de Kiko Rivera y en especial, al equipo de Supervivientes por permitir que este año se olvide por completo el espíritu del formato y se apueste por una mujer que no para de saltarse las normas y al final, ¡come mejor que ninguno! Si no una tartita por el cumpleaños de Omar Montes, 4 bandejas de embutido, obsequio de Albert y su eterna ‘’modestia’’, y si no el pastel de Dakota a medias, porque oye, ¡no se vaya a quedar con hambre la señora! Y para remate de los tomates, la maxi barbacoa que ganó por obra y gracia del espíritu santo durante la última gala. ¿Qué más le puede pedir a la vida Maribel? Vale, sí, ganar el concurso, victoria que se vislumbra al horizonte y por la que el resto de concursantes tienen ya menos posibilidades de alzarse con el maletín que de sacarse a la vez dos carreras.
© vía Twitter
Isabel y Dakota, ¡duelo de divas en la final!
El cortecito de pelo de la Pantoja no fue lo único interesante de la noche del martes, pues, contra todo pronóstico y a pesar de los esfuerzos de Telecinco por quitarse de en medio a la ilicitana, Dakota terminó salvada por el público en un emocionante duelo contra Mónica Hoyos. La cara de la ex de Carlos Lozano se convirtió en un poema de Neruda al ver cómo, de nuevo, volvía a enfrentarse al televoto y esta vez, sin oportunidad de repesca.
No fue tan fácil como parecía, pues la tensión que se respira en Honduras últimamente es más fuerte que la que vimos en los debates políticos de las últimas elecciones. Carlos Sobera, presentador que se ha coronado este año como el gran favorito por la audiencia gracias a su neutralidad y simpatía, aprovechó el programa para soltar otro rapapolvos a Dakota (algo a lo que ya nos hemos terminado acostumbrando). Y es que, después de que la ex de Hermano Mayor le regalara piropos tan bonitos a Moniquita como ‘’loca’’ o ‘’enferma’’, el dueño del restaurante más famoso de Cuatro no tuvo más remedio que intervenir ante semejante movida, que más bien parecía una bronca patio de patio de instituto que un concurso de supervivencia.
‘’Utilizas un vocabulario inaceptable y, lo que es peor, un tono agresivo y lo haces además, de forma continuada y extenuante. Si esto no cambia vamos a tener que encerrarte en un corralito y es una situación muy desagradable. Te pedimos que hagas un esfuerzo, porque insisto el programa lo que quiere es ayudarte’’. La charla de padre ya había concluido, pero a la gente la actitud de Dakota parece entrarle por un oído y salirle por el otro porque, para no variar con la dinámica habitual de las últimas semanas, la concursante volvió a conseguir la salvación y Lara Álvarez no tuvo más remedio que quedarse con las ganas de cortar la cuerda con su hacha mágica, dejando sobre la plataforma a una Dakota más subidita que los aviones de Iberia.
Viendo la situación y a escasas 4 semanas de la gran final, todo parece apuntar que el premio caerá en las manos de Dakota o Isabel Pantoja, dos de las concursantes que más juego han dado este año y dos de las mujeres más fuertes que han pisado los Cayos en más de 10 años de Supervivientes.
Dakota y su agridulce victoria
Estaba salvada, sí, pero también estaba muy triste. En la mesa de tentaciones, Dakota tuvo la oportunidad de poder hablar vía telefónica con su novio Rubén a cambio de estar dos días con los ojos totalmente tapados. Como era de esperar, la concursante aceptó el sacrificio, ¡y maldita la hora! Porque después de la conversación con su churri, Dakota se quedó más chafada que Kiko Rivera cuando escucha sus canciones sin Autotune. ‘’Qué, seco eres, qué asqueroso’’. Así, con esas románticas y sensuales palabras nos deleitaba la muchacha después de ver la ‘’poca sangre’’ con la que Rubén animaba a su chica a continuar en el concurso.
‘’Haz las cosas bien, que tú sabes hacerlas, no dependas de nadie y cállate la boca un poquito.’’ ¡Ale, qué bonito todo! Estás en una isla desierta pasando más hambre que los pavos de Manolo y cuando, con toda tu ilusión te preparas para hablar con el amor de tu vida, éste te salta con que mejor podrías callarte la boca. Las relaciones de hoy en día… Un misterio digno de un programa de Iker Jiménez. Y así, con la salvación en una mano y la decepción por el escueto mensaje de su novio, se quedó Dakota más planchada que las camisas del pequeño Nicolás en una gala en la que por 324534 vez consecutiva, salía ganando Isabel Pantoja con su chuletón, sus alitas y su melenón casi intacto.
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