Existen buenos regalos, regalos en los que no se ha acertado, regalos que necesitan un cambio y, finalmente, horribles regalos. No es cuestión de tener la mejor intención y no haber acertado, o de regalar algo por compromiso para salir del paso. Son regalos hechos con poca cabeza y muy mal gusto que solo merecen el calificativo de peores regalos de la historia.
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Esta tipología de “obsequios” puede categorizarse, a su vez, en dos subcategorías: Por un lado aquella que tiene como fin la búsqueda algún tipo de accidente casero; por otro, aquellas con connotaciones sexuales, violentas y que no podría estar más alejado de las necesidades de cualquier niño.
Pseudo-juguetes para los que no se ha reparado ni un segundo en cuestiones de diseño –probablemente el diseñador estaba de vacaciones ese día o había ido al trabajo tras una enorme, desmadrada, noche de fiesta-.
Ahora que se terminan las Navidades y que podemos hacer balance de todo lo que han dejado Santa Claus y sus majestades, Los Reyes Magos, a su paso, recopilamos algunas de las aberraciones jugueteras más grandes vistas en la red. Diseños increíbles y espeluznantes que deberían ser recogidos en un gran libro sobre lo que NUNCA debería regalarse a nadie.
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