1. Quería los derechos del emoticono de la flamenca
¿Y quién no? ¿Acaso tú no pagarías 19.000 millones de dólares por el mono con los ojos tapados, el morrito de cerdo o la flamenca taconeando? Bien jugado, Mark.
2. Le parecía exagerado pagar 89 céntimos por renovar su Whatsapp un año más
No te escondas, sabemos que tú también te has quejado por esos 89 céntimos. Y es que da igual que pagues 15 euros por el Gin Tonic que te beberás esta noche, 60 euros por ese vestido que sabes que solo te pondrás una vez o 200 euros por seis mensualidades de un gimnasio al que irás la primera semana: 89 céntimos al año por algo que utilizas todos los días a todas horas es una aberración. Mark lo sabe y ya no tendrá que pagarlos nunca más. ¡Ja!
"Soy increíble"
3. Eliminar ESE grupo de Whatsapp
Todos sabéis a qué grupo me refiero. La brillante idea de tu madre de hacer un grupo familiar, el de tus amigos de la infancia que hace años que no ves y que quieren quedar a toda costa (tranquila, hay leyes universales que impiden que encontréis un día para hacerlo), el grupo del trabajo en el que está tu jefe... Lo has pensado mil veces y nunca encuentras la ocasión para irte del grupo, ¿verdad? Pues digamos que ahora Zuckerberg puede desaparecer de ahí por arte de magia.
4. Quiere boicotear tu relación
En serio, vuelve a las llamadas telefónicas. O pon la imagen de un mono como foto de perfil. Si Zuckerberg se enamorase de ti, podría boicotear tus relaciones, hacer que los mensajes no llegasen, o peor aún, empezar a enviar a tu chico los mensajes de las conversaciones que tienes con tus amigas. Y no quieres que eso pase, créenos. En serio, vuelve a las llamadas. Por si acaso.
5. Matar el tiempo
Los viajes en primera clase a veces pueden llegar a hacerse pesados y hay que buscar algo con que entretenerse. ¿Y qué puede haber más interesante que cotillerar los Whatsapp que se envían Brad Pitt y Angelina, David Beckham y Victoria o Rajoy y Bárcenas?
6. Quiere ocultar su última hora de conexión
Es el gran problema del siglo XXI. Mark Zuckerberg lo tiene claro y quiere ponerle solución eliminando esa opción de los teléfonos Android. Si lo hace, será nuestro salvador, el nuevo mesías y nuestros rezos hacia él terminarán así: "Y líbranos de la última hora de conexión en el Whatsapp, amén".
7. Tolerancia cero con los que te ignoran
Tampoco sería de extrañar que a Mark se le ocurriese comprar Whatsapp después de uno de esos terribles momentos en los que esperas con ansia que alguien te conteste, esa persona está en línea y te ignora descaradamente. Ojo si le tienes entre tus contactos y quieres conservar tu app, ahora puede haber consecuencias.
8. Colección de selfies
Mark Zuckerberg está obsesionado con las fotos. Tiene la colección más grande del universo, una tal web llamada Instagram, pero no contento con eso, ha decidido hacerse con este otro foco inagotable de imágenes, sobre todo de selfies e imágenes subidas de tono, algo menos habitual en su hermanito azul. Así que ya sabes, cuidado con lo que envías, Scarlett.
9. Nuevos emoticonos
La sociedad pide a gritos nuevos emoticonos. Aunque sean lo más, no sólo de flamencas, caquitas sonrientes y monos vive el hombre y no solo de excusas vivo yo, así que es hora de hacer limpieza y poner nuevos emoticonos molones para satisfacer nuestras necesidades expresivas. ¿En serio era necesario que tuviéramos emoticonos de todas las fases lunares?
10. El teléfono de Henry Cavill
Olvida los 9 puntos anteriores, hemos llegado realmente al meollo de la cuestión. ¿Qué son 19.000 millones de dólares a cambio del teléfono de este hombre?
Vale, puede que un hombre no sea el prototipo de Mark, pero desde luego es un motivo de peso para hacerse con Whatsapp. Lo repetimos: ¡el teléfono de Henry Cavill! Y el de Ryan Gosling, Hugh Jackman, Bradley Cooper, Jamie Dornan... 19.000 millones de dólares es calderilla.
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