¡Tú decides quién se va! Qué noche, qué momentazos, qué locura de gala. Por un lado, la pobre Anabel Pantoja tocada y hundida al conocer que, igual que ya le pasó a su prima en la edición anterior, otra Pantoja era expulsada en la primera semana. ¿Cómo hemos podido hacerle eso? Culpables todos aquellos que votasteis para echarla, ahora jamás volveremos a verla piripi cantando la mítica ‘’salta la rana, que ole, ole, salta la rana…’’ (tres palabras y se nos han pegado más que el ‘’creo que mi padre es un elfo’’ de las navidades pasadas). Tras conocer la expulsión y alucinar pepinillos con la prueba de líder, en la que disfrazaron a los concursantes de longaniza/butifarra/chorizo criollo, Adara y Antonio David se hicieron con el poder del liderazgo y la madrileña consiguió la inmunidad, detallito que hizo rabiar al resto de sus compañeros, que soñaban con darle puntos hasta en el carnet de identidad.
Jorge Javier, ¿amiguismo máximo o favoritismo cantoso?
La cosa estaba clara, había que sacar a uno de la lista de nominados y hacer subir a la palestra a otro. Bien, pues como era de esperar, Adara y Antonioda no se ponían de acuerdo ni aunque les sobornaran con un cocido, indecisión que no tardó en aprovechar el presentador que, sin titubeos, zanjó el debate pasando a otra cosa mariposa y es que, él más que nadie se olía la tostada de que, si finalmente sacaban a uno de la lista, era más que probable que Mila se sumara a los nominados, algo que pondría patas arriba el plató de Sálvame y un giro inesperado de los acontecimientos por el que Jorge no estaba dispuesto a pasar. ¿Su amiguísima del alma nominada en la segunda semana? ¡Ni hablar del peluquín! (que diría Miguel Vilas).
Y, si bien es cierto que se notaba a kilómetros que Jorge quería dejar la lista de nominados quietecita que estaba más guapa, en parte, también entendemos su postura, puesto que, si nosotras tuviéramos en la casa de Guadalix a nuestra superamigui, esa que tantas veces nos ha sujetado la frente en un día de fiesta desmedida, esa que ha querido ‘’matar’’ a nuestro ex un millón de veces por hacernos tanto dañito en el cuore y esa que se ha quedado con nosotras hasta el cierre del último garito cantando a grito pelado las canciones de la, la, ¡la Rosalía! Sabéis perfectamente, que también hubiésemos luchado por su salvación.
Irene Junquera, el ‘’quiero y no puedo’’ de 2019
Muchos, muchísimos han sido los concursantes que han pasado sin pena ni gloria por la casa más famosa de la sierra de Madrid. Desde aquel francés tan mono (Alain) que hablaba menos que la Duquesa de Alba, hasta la muchacha esta, Montse, de cuyo nombre nos acordamos (pero solo de su nombre, porque nadie en el mundo tiene clara su cara). Bueno, pues al parecer, Irene va a ser un poquito de lo mismo este año. Viendo que su mayor aportación en la última gala fue la conocida frase, ‘’la libertad de una persona acaba donde empieza la libertad de la otra’’ (Irene, la Pauhlo Coehlo de Guadalix) y que únicamente se limitó a ejercer de recadera de los mensajes de Anabel tras su expulsión, ‘’Mila, me ha dicho Anabel que fuerza, que te quiere’’. Sí, Irene sí, muy novedoso todo, ¡una bomba has soltado, hija! Y para remate de los tomates su maravillosa despedida de la Pantojita: ‘’Dile a Javi que me espere, que me espere’’. ¿Quién es Javi? Cierto, a nadie le importa. Pero hay algo que sí es relevante (o revelante, como diría Kiko Jimenéz) , ¿por qué si esta chica tiene novio, barra pareja, barra compi, barra personita especial, lleva una semana tonteando a saco Paco con Gianmarco? (sin ninguna posibilidad de carpeta, todo hay que decirlo, pero tonteando al fin y al cabo).
¡Teoría! Viendo que Gianmarco se fija menos en Irene que nosotras en el tiempo que hace que no limpiamos el filtro del lavavajillas, la muchacha ha tomado la sabia decisión de apartarse, dándose una oportunidad con quien sea que tiene fuera. Pero, ¿qué vamos a ver de Irene esta semana? ¿Realmente ha merecido salvarle frente a una Anabel que literalmente, se moría de ganas de seguir viviendo esta experiencia?
La audiencia es soberana y en sus decisiones ya ni pinchamos ni cortamos, pero serias dudas tenemos sobre la huella que dejará la Junquera en esa casa, (una intuición nos dice que, como mucho, será una huellita de hámster, pero vamos a darle otra oportunidad, que no todo sean disgustos).
Sin Hugo y sin Dinio, un ‘’Adarismo libre’’ es posible
Las redes llevan desde el final de la gala abriendo líneas de recarga para expulsar a Noemí por un lado y a Hugo por otro, y por supuesto, pidiendo a gritos que no se dividan los votos entre Dinio y Hugo. Y leyendo así un poquito entre líneas el concurso, nos atrevemos a tirarnos a la piscina y decir: ¿qué pasa si Hugo se va? Dejaría a Dinio más perdido de lo que está habitualmente y, probablemente pasándose al otro bando como ya acostumbra hacer cada día. En segundo lugar, Adara conseguiría lo que lleva intentando desde que entró: hacer su concurso completamente sola. ¿Os mola la idea? Adara la Vikinga repartiendo zascas a diestro y siniestro y pegando más tajos que un cortador de jamón, ¿no es eso lo que las adaristas ansían?
De momento, habrá que esperar porque viendo lo que cambia la historia en la casa en cuestión de minutos, lo mismo en 4 días tenemos a Adara y Mila durmiendo juntas y robando la nutella caracterizadas con los pijamas más molones de la colaboradora de Sálvame. Además, la posibilidad de que Noemí Salazar -atacada por una uva y atemorizada ante la lengua de Hugo dibujando la Capilla Sixtina en la cristalera del salón- abandone el concurso el próximo jueves no es nada descabellada, puesto que muchos seguidores del programa empiezan a ver a la de los Gipsy Kings como una mujer un tanto exagerada, desproporcionada en sus reacciones y enfados y algo maleducada respecto a los insultos e improperios que les dedicaba a sus enemigos en la casa, ‘’endemoniaos, que estáis locos, ¡locos!’’ Pobrecilla, se le ve sufriendo.
¿Edición récord a la vista?
30 % de share, 4 millones de espectadores en el minuto de oro y más de 3 millones de fans pegados a la pantalla durante todo el programa. ¿Estamos ante otra brillante edición como la de Miram Saavedra el año pasado? Todos los datos apuntan... ¡Que sí!
Y es que, aunque hasta el propio Jorge tuvo que darles una buena reprimenda, animándoles a comportarse como personas adultas y no como desquiciados de la vida, a la gente le gusta más el salseo que a Sofía Suescun el bigotillo de su Kiko. Claro que, una cosa no quita la otra, y si no plantean un cambio de rumbo y empiezan a divertirse un poquito sin volverse completamente locos, la audiencia poco a poco se irá cansando de este bochornoso espectáculo que para un día a la semana está fenomenal pero que, como rutina para un reality de convivencia, termina por agotar hasta a la madre de Alba Carrillo, cuya paz mental parece siempre imperturbable. ¡Ay, Alba, cuántos puntos vas sumando según avanza el concurso, qué videos en el confesionario, qué lectura de concurso tan ideal, qué amago de abandono tan trágico y que regreso apoteósico cual Cersei Laannister después de pasearse por todo Desembarco del Rey al grito de ‘‘vergüenza’’!
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Y además:
GH VIP: Pies, tamaños y estrellitas de mar: los concursantes hablan de sexo sin tapujos
GH VIP: Ni Fonsi, ni Feli ¡No creerás quien fue el gran amor de Alba Carrillo!
GH VIP: Más salseo en plató que en Guadalix, Ylenia y Antonio Tejado, ¡tonteo máximo!