Cuesta creerlo, ¡pero es cierto! Lucy Morris estaba embarazada de 9 meses y 1 semana el día de la boda de su hermana pequeña y, unas horas antes de que la ceremonia comenzara, esta mujer de 29 años empezó a sentir las primeras contracciones. Dividida entre la necesidad (urgente) de ir al hospital y las ganas de asistir a la boda de Emma, Lucy optó por la segunda opción. Raro pero cierto, prefirió aguantar pacientemente a pesar del dolor, con tal de ver a su hermana decir sus votos. Además, como buena dama de honor, quería aparecer en todas las fotos y disfrutar de este bonito día.
"No quería quitarle protagonismo el día de su boda"
Mientras Lucy avanzaba hacia el altar con las otras damas de honor, las contracciones se volvieron más dolorosas. Sin embargo, no quería estropearle la boda a su hermana, de 26 años, así que no dejó de sonreír ni de saludar a su familia. "Quería ver a mi hermana dar el 'sí, quiero' y, sobre todo, no quería quitarle el protagonismo. No sé cómo lo hice para aguantar todo ese tiempo. ¡Recé para no romper aguaas antes de los votos y el intercambio de alianzas!", relataba la protagonista al medio británico Mirror. Cuando la ceremonia terminó, Lucy corrió hacia su madre y le pidió que la llevara a urgencias. Ante el desconcierto de su hermana Emma, esta futura mamá consiguió llegar al hospital. Unas 13 horas más tarde, daba a luz a una adorable niña llamada Izzy. ¡Esta historia podría ser el guion de una película!
LETTER
Puede interesarte...