El trabajo de parto es la fase que precede al parto, el momento en que comienzan las primeras contracciones e inmediatamente después de romper aguas. Habitualmente, cuando hablamos del parto, nos referimos al nacimiento y, sin embargo, incluye otras fases anteriores. ¿Sabes cuáles son los síntomas que marcan el inicio del trabajo de parto? ¿En qué fases consiste? son las fases?
Signos que anuncian el inicio del trabajo de parto
Al llegar al noveno mes de embarazo, empezamos a sentir dolores en la parte inferior del abdomen, muy similares a los de la regla. Esto son las primeras contracciones. En este punto, debemos saber diferenciar las contracciones que anuncian el nacimiento de las contracciones preparatorias. Debes saber, que las contracciones que anuncian el parto son aquellas que se producen en intervalos regulares y cada vez más cortos.
Por lo general, la fase inicial del trabajo de parto la indica la ruptura de la bolsa ambiótica. Si al romper aguas el líquido es transparente, puedes tomarlo con calma, ya que el alumbramiento no sera inminente. Sin embargo, si el agua es opaca o está manchada de sangre, debes darte prisa.
Con frecuencia, uno de los primeros síntomas del trabajo de parto es la pérdida del casquillo mucoso, una película gruesa que protege al feto y al útero y que comienza a desprenderse durante las últimas semanas antes del nacimiento. La eliminación total del tapón mucoso marca el comienzo del trabajo de parto.
Fases del trabajo de parto: desde las contracciones hasta el parto
En ocasiones, el trabajo de parto no comienza solo, como ocurre con el parto natural. Es posible que, para comenzar, el ginecólogo o la matrona tengan que romper la bolsa amniótica mediante diversos métodos. En resumen, a veces es necesario inducir el parto con ayuda médica.
El trabajo de parto es el período que se inicia con las primeras contracciones y termina con la fase expulsiva. Hay cuatro fases de trabajo parto: las primeras contracciones, la fase de parto activo, la fase expulsiva y la fase final.
Primera fase: las primeras contracciones
El trabajo de parto comienza cuando el niño envía señales al cuerpo de la madre para estimular la producción de estrógeno. Esto prepara el organismo de la mujer para el parto, ya que los estrógenos causan las primeras contracciones (que duran entre 30 y 60 segundos y se producen cada 5 a 20 minutos) y dolores en la parte inferior del abdomen que se deben a que el útero comienza a expandirse y a prepararse para la expulsión.
Los primeros signos también se pueden pasar en pocas horas y no anuncial realmente el parto. A menudo, de hecho, hay contracciones irregulares, también conocidas como Braxton Hicks, que marcan la fase prenatal.
Segunda fase: el trabajo de parto activo
La producción de hormonas continúa, especialmente la de la oxitocina, que estimula la dilatación del cuello uterino para crear un canal de parto a través del cual pasa el feto. Una vez que el cuello del útero ha alcanzado una dilatación de unos 4 cm, se inicia la fase de trabajo de parto activo. En este punto, as contracciones se vuelven más frecuentes y dolorosas.
La fase expulsiva del trabajo de parto: el nacimiento
El cuello uterino se dilata según el tamaño de la cabeza del niño. Cuando ya se ha creado un canal de parto, es hora de empezar a empujar. Aquí se inicia la fase expulsiva del trabajo de parto, en la que la matrona guía a la madre para evitar que el periné se desgarre a través de la respiración.
Cuarta fase: el alumbramiento
El parto no termina con la expulsión del niño. Posteriormente, la madre debe expulsar la placenta y las membranas ovulares, un proceso muy delicado debido a que este tejido recibe mucha sangre. Cuando el útero se ha vaciado, se contrae y se cierra para evitar el sangrado.
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