La temperatura basal es la temperatura de nuestro cuerpo en el momento que despertamos, antes incluso de levantarnos e iniciar cualquier actividad. Es importante que lo sepas y lleves un seguimiento, especialmente si estás intentando quedarte embarazada. Y es que antes de la ovulación, los valores rondan los 36,5ºC y 36,7ºC en los días previos, temperatura que asciente entre 0,5ºC y 0,7ºC en los días posteriores.
El aumento de la temperatura basal es el indicador más fiable, por lo que puede ser de gran utilidad si quieres tener un bebé. ¿Pero cómo se mide la temperatura basal? ¿Y cómo se calcula la ovulación?
Temperatura basal: cómo medirla
Para medir la temperatura basal, es necesario disponer de un termómetro específico que se vende en todas las farmacias. Aunque también se puede utilizar un termómetro de mercurio normal, los termómetro diseñados para medir la temperatura te permiten medir valores más distantes y así registrar incluso las variaciones más pequeás, muy importantes en este caso.
La temperatura basal debe medirse después de al menos 3 horas de reposo total: lo ideal sería medirla después de al menos 6 horas de sueño y antes de levantarte de la cama. Lo ideal es tomarla siempre a la misma hora, por la mañana y de forma regular y haciendo un seguimiento gráfico de los valores diarios.
Puedes tomar la temperatura basal en la vagina, en el reco o vía oral. Esta última es la menos fiable, ya que este valor puede distorsionarse en función de si hemos dormido con la boca abierta o cerrada.
Temperatura basal y ovulación: medidas para el embarazo
Si quieres hacer un seguimiento de tu temperatura basal porque quieres quedarte embarazada y necesitas calcular la fecha exacta de la ovulación, debes seguir el siguiente método. Debes comenzar a medir tu temperatura basal a partir del quinto día después del inicio del ciclo y hacerlo todos los días hasta el inicio del siguiente ciclo. Es importante ser regular, así que hazlo vía vaginal o rectal por la mañana, preferiblemente siempre a la misma hora y antes de levantarse de la cama.
Registra las temperaturas hasta las décimas día tras día en una tabla. De esta manera, podrás observar los cambios a lo largo del ciclo. ¿Cómo construir el gráfico? Introduce la temperatura decada día en el eje vertical del gráfico y los días del mes en el eje horizontal.
¿Cómo leer el gráfico?
A medida que pasan los días, notarás cambios en la tendencia de la línea del gráfico. En la primera fase de la ovulación, la fase folicular, notarás una tendencia decreciente. Después, la temperatura subirá por encima de la media: estás en la fase luteínica del ciclo, que consiste en la preparacion del endometrio y el engrosamiento de sus paredes que permitiría la posible anidación del embrión.
La disminución y el aumento posterior corresponden a la ovulación, lo que se confirma especialmente si se observa un aumento de esta temperatura basal durante al menos tres días consecutivos. Algunas veces el aumento de la temperatura no ocurre inmediatamente después de la ovulación, sino que se atrasa dos o tres días. Sin embargo, estos son los días ideales para hacer el amor, porque eres más fértil.
Después de estos días de ovulación, la temperatura basal permanece alta hasta unos días antes del siguiente período, momento en el que vuelve a bajar. En algunos casos, la temperatura baja el día de la menstruación o al día siguiente.
Otros síntomas de la ovulación que debes tener en cuenta
A la hora de medir la temperatura basal y de elaborar el gráfico, también es importante observar el moco cervical, producido naturalmente por el cuerpo para defender el útero. Sus cambios de aspecto marcan las etapas inicial y final de la ovulación.
Cuando el moco tiene un aspecto acuoso, casi transparente, significa que se estás en la fase preovulatoria. En este momento el nivel de estrógenos en la sangre, las hormonas femeninas que regulan el ciclo ovárico, aumentan. Después entra en juego la segunda hormona del ciclo ovárico, la progesterona. Cuando el estrógeno disminuye y esta hormona aumenta, el moco cervical cambia de aspecto, volviéndose más grumoso y amarillento.
Temperatura basal: valores y excepciones
La medición de la temperatura basal debería mostrar un patrón bifásico, es decir, deberías poder diferenciar con claridad dos fases. En la fase preovulatoria, los valores de referencia de la temperatura basal van de 36,3°C a 36,7°C. Cuando la ovulación está en curso, los valores esperados son más altos: 37°C o incluso unas décimas más alta. Esto debe darse bajo condiciones normales.
Sin embargo, hay casos en los que la tendencia no clara. De hecho, hay excepciones: puede darse un ciclo anovulatorio. En estos casos, la temperatura permanece constante durante todo el ciclo o cambia tanto que no se pueden diferenciar las fases. Estos ciclos sin ovulación puede ser causado por desequilibrios hormonales que puedes consultar con tu ginecólogo.
Además de esta, existen otras causas que pueden impedirte detectar el ciclo de tu temperatura basal: el consumo de drogas, tener una calentura, haber dormido menos de 4 horas, tener vaginitis (en el caso de que tomes la temperatura vía vaginal)o el estrés.
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