La villocentesis, o análisis de vellosidades coriónicas (CVS), es la forma más temprana de diagnóstico prenatal y consiste en el estudio de una muestra de las vellosidades de la placenta que pueden tomarse por via transcervical, es decir, a través del cuello del útero, o transabdominal, es decir, a través de la pared abdominal.
Las vellosidades coriónicas son las minúsculas proyecciones del tejido placentario que tienen la misma composición genética que el feto. La prueba se puede realizar a las 10 semanas de embarazo.
Cuándo se realiza y por qué
El examen de las vellosidades coriónicas se lleva a cabo para evaluar el cariotipo, es decir, la composición cromosómica fetal, con el fin de comprobar la presencia de anomalías. Permite, por tanto, descartar si el bebé padece, por ejemplo, síndrome de Down o fibrosis quística. Aunque esta prueba puede proporcionarnos información uy valiosa sobre la salud y el estado del feto, es conveniente que valoremos los riesgos que conlleva el procedimiento.
Se realiza dentro de los primeros 3 meses de embarazo, más concretamente entre la undécima y la decimotercera semana de gestación. La prueba de la villocentesis se propone con mayor frecuencia a las gestantes mayores de 35 años, mujeres que presentan un mayor grosor de la translucencia del cuello, madres con hijos que sufren de anomalías cromosómicas, ya que en estos casos es más probable que el feto padezca una enfermedad genética.
Villocentesis, ¿cómo interpretar los resultados?
La información preliminar está disponible 2 ó 3 días después de someterse a la prueba, mientras que es necesario esperar de 10 a 15 días para tener un informe final. Los diferentes tiempos de espera se deben a que se llevan a cabo dos técnicas analíticas diferentes de la muestra de placenta que, simpre que es posible, se realizan juntas.
Una vez tomada la muestra de vellosidades, se divide en dos partes: una se utiliza para el análisis directo y la consiguiente obtención de un diagnóstico precoz, la otra para el análisis después del cultivo que permite optimizar la fiabilidad del diagnóstico.
Con el método directo, cada una de estas células se dividen varias veces y dan lugar a células con la misma composición cromosómica. Por su parte, en el método de cultivo, las células se 'incuban' para favorecer su multiplicación y originar colonias. Después de unos días, se examina la composición cromosómica de estas colonias.
¿Cuáles son los riesgos que comporta someterse a la prueba de la villocentesis?
El riesgo más temido de someterse a la villocentesis es el aborto. Sin embargo, las probabilidades son uy bajas. En cuanto a otros posibles riesgos para el feto, existe también el de provocar malformaciones debidas a una toma de vellosidades coriónicas demasiado temprana, cuando aún no se ha completado la embriogénesis (es decir, cuando ya se ha formado un organismo pluricelular).
Sin embargo, los médicos especialistas proceden con gran cautela y son conscientes de estos riesgos. Para la madre, los principales riesgos son la contracción uterina o la infección del útero. Sin embargo, las tasas de riesgo en todos estos casos son siempre muy bajas.
¿En qué se diferencia la villocentresis de la amniocentesis?
Como su nombre indica, la amniocentesis consiste en la toma de una muestra del líquido amniótico que rodea al bebe. Se realiza a través de la inserción en el abdomen de una larga y delgada aguja que llega al útero, de donde el medico extrae una pequeña cantidad de este líquido que, posteriormente, será analizado. Este procedimiento es similar al método transabdominal de la villocentesis.
Al igual que la villocentesis, este test permite detectar posibles anomalías genéticas pero, además, permite detecar un posible desarrollo anormal de los pulmones; algún tipo de infección; defectos en el tubo neural, la columna vertebral o el cerebro; malformaciones congénitas e incompatibilidad Rh.
Después de la prueba, el cuerpo de la mujer se encargará de generar una cantidad mayor de líquido amniótico para reemplazar al extraído. Aunque el bebé no sufre durante el procedimiento, es posible que la gestante sufra cólicos en los días después.
Otros rasgos que las distinguen:
- La villocentesis precisa anestesia, mientras que la amniocentesis no.
- La villocentesis se realiza entre las semanas 11 y 13, mientras que la amniocentesis se realiza, por lo general, en la semana 15.
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