El primer balance del bebé
En los minutos que siguen al parto, tu bebé es sometido a su primer examen médico. Lo realiza la comadrona o el médico. El recién nacido es examinado de los pies a la cabeza. Se trata de verificar sus funciones vitales y de descubrir cualquier complicación posible.
- La evaluación del resultado de Apgar es la primera etapa. Según el resultado, la vitalidad del bebé es buena o media. El resultado ideal de 10/10, que corresponde a un ritmo cardíaco superior a 100, a un grito fuerte justo al nacer, a buenos reflejos y a una piel rosadita. Entre 3 y 7, significa que el bebé ha sufrido complicaciones durante el parto. Esta prueba es muy importante, ya que si sale negativa, el bebé se lleva automáticamente a reanimación.
- El médico realiza también un examen neurológico. Esto permite observar el tono muscular y un cierto número de reflejos relacionado son la hipertonía natural del bebé.
- Por último, controlan la vista y el oído.
- En caso de dudas, se realizarán más pruebas durante los días de ingreso hospitalario.
El ingreso hospitalario
Tras el parto, te sentirás muy cansada. Tu cuerpo necesita recuperarse. Cada vez se reducen más los días de ingreso. De media, son menos de cinco días. Aprovecha para que te ayuden y haz el máximo reposo.
Unas horas después del parto, te subirá la leche. Si decides amamantar a tu bebé, es el momento para empezar.
Tu seguimiento médico
Su estado de salud se controla regularmente: pulso y toma de tensión y de temperatura. Te vigilan, así que puedes reposar con toda tranquilidad.
Una ayuda preciosa
Para las jóvenes mamás inexpertas, y también para las demás, hay puericultoras que ayudan. Los primeros cuidados se realizan en la habitación.
Los días en el hospital permiten aprender los movimientos básicos para ocuparse del bebé. Comadronas, puericultoras e incluso tocólogos pueden responder tus dudas y enseñarte todo lo que necesites.
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El momento de las visitas
Es un momento crucial. Las personas cercanas se acercan a la cama de la madre para ver al recién nacido. Pero, aunque sean visitas llenas de felicidad y alegría, que no sean demasiadas. Aprovecha ese tiempo para reposar y preservar momentos de intimidad con tu bebé. Tus amigos pueden visitarte más tarde. La vuelta a casa nunca se hace demasiado pronto...