Las contracciones del parto son los primeros movimientos del útero que preparan tu cuerpo para el nacimiento del bebé y sirven de muestra para que tu organismo se adapte al esfuerzo que tendrá que realizar durnte el parto. Pero, ¿sabes distinguir esos 'simulacros' de las contracciones que preceden al parto?
¿Cuántos tipos de contracciones hay?
Para entender cómo funcionan las contracciones durante el embarazo, es imprescindible aprender a distinguirlas. De hecho existen muchos tipos diferentes de contracciones: las contracciones preparatorias, las de Braxton Hicks, las prodómicas, las de parto, las de alumbramiento y las posparto. Aunque las que nos interesan son las cuatro primeras, ya que son las que nos pueden hacer dudar sobre el momento en que nos podemos de parto. Veamos uno por uno estos tipos de contracciones para aprender a distinguirlas y no alarmarnos antes de tiempo.
¿Cómo reaccionar ante una contracción?
Las contracciones son a menudo una anticipación de un parto natural ya que, si todo va bien y las contracciones comienzan solas y siguen su curso, la madre puede dar a luz naturalmente. Otras veces, sin embargo, a pesar de las contracciones, es necesario recurrir a la cesárea. Incluso se dan ocasiones en que el niño no nace. En estos casos es necesario inducir el parto, un procedimiento que consiste, precisamente, en la estimulación de las contracciones.
Contracciones preparatorias, ¿cuánto duran?
En el tercer trimestre de embarazo se experimentan contraciones que, aunque no son precisamente doloras, sí son incómodas. Se sienten como una extensión del abdomen y su cometido es preparar el cuello del útero y modificarlo ligeramente de cara a la futura dilatación. Así, el útero comienza a expandirse, al principio sólo ocasional y mínimamente. Esta preparación del útero es episódica y las contracciones son tan irregulares que muchas mujeres ni siquiera las notan.
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks también reciben el nombre de contracciones irregulares. A menudo se confunden con las contracciones del parto porque ocurren en el noveno mes y son bastante dolorosas, pero ocurren con una frecuencia irregular. Por lo tanto, aunque ocurran en un estado tan avanzado, no es necesario acudir al hospital mientras ocurran solo de vez en cuando y con una frecuencia variable.
Las contracciones de Braxton Hicks simplemente marcan la fase prenatal, por lo que debes interpretarlas como una advertencia: quieren decir que las contracciones del parto están llegando.
Contracciones de parto: es el momento de ir al hospital
Estas son las contracciones que deben alertarnos porque anuncian el nacimiento. Para asegurarte de ello, es recomendable cronometrarlas, ya que su frecuencia es regular. Se presentan como una ola de dolor intenso en la parte inferior del abdomen y la espalda. El dolor comienza lentamente y aumenta gradualmente en intensidad, hasta que desaparece también de forma gradual.
A medida que el útero se expande más y más, las contracciones se hacen más frecuentes. Por eso, para saber cuándo ha llegado el momento de ir al hospital, basta con controlar su frecuencia: deberás ir cuando duran más de 40 segundos y cada una es más dolorosa que la anterior.
Si es tu primer embarazo, no es necesario apresurarse demasiado porque puede pasar mucho tiempo desde la primera contracción real hasta que se inice la fase de expulsión. El momento de rotura de aguas también indica que debes ir al hospital.
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