Los desajustes hormonales que se producen durante el embarazo son los responsables de los cambios de humor que las futuras mamás experimentan durante esta etapa. En principio, no debemos alarmarnos, ya que estos cambios son completamente normales. Sin embargo, hay casos en que la tristeza se apodera de la mujer embarazada y le impide llevar una vida normal. En estos casos, hablamos de la depresión del embarazo.
Este trastorno afecta a alrededor del 10% de las mujeres embarazadas. Sin embargo, en muchos casos no hace falta ningún tratamiento, sino que desaparece por sí sola en pocas semanas. En cualquier caso, es fundamental que, si crees que puedes experimentando una depresión durante el embarazo, se lo hagas saber a tu método para que este pueda evaluar el caso. A continuación, te contamos todo lo que debes saber.
A diferencia de lo que se pueda pensar, la depresión durante le embarazo no tiene un origen hormonal, es decir, no es el resultado de estos desajustes. Por el contrario, es causada por todos los cambios que el embarazo trae consigo. Además, puede afectar de manera más severa a aquellas mujeres que se hayan visto afectadas por la depresión en otras etapas de su vida o que tengan antecedentes familiares.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión durante el embarazo?
Como decimos, los cambios de humor son normales durante el embarazo y, por ello, en algunos casos las depresiones leves pueden pasarse por alto sin ser identificadas como tal. Sin embargo, en otros casos puede alterar y desequilibrar a la futura mamá hasta tal punto que le impida llevar una vida y gestación normales, ya que se trata de algo que va más allá de la frustración y la tristeza. Por eso, si crees que puedes estar experimentando una depresión, es importante que observes los posibles síntomas, que trates de analizar tus sentimientos y, si lo crees conveniente, contactes con tu médico. Estos son los signos más comunes que muestra la depresión durante el embarazo:
- Sentimientos de tristeza y abatimiento constantes
- Pérdida del entusiasmo por el embarazo
- Pérdida de apetito
- Insomnio
- Temor por pensar que no se será una buena madre
- Preocupación constante por la salud propia y la del bebé
¿Cómo tratarla?
Si los síntomas persisten durante dos o más semanas, lo más aconsejable es que lo consultes con tu médico, ya que se trata de un trastorno que debe ser tratado para que no repercuta de manera grave en la salud de la madre y el niño.
Cuando tu médico de cabecera evalúe el caso, podrá determinar si es necesario iniciar un tratamiento que, en muchos casos, consiste en una terapia psicológica con un profesional especializado en este campo. Además de este tratamiento, es recomendable que las mujeres embarazadas afectadas por este trastorno lleven una dieta equilibrada y saludable; hagan ejercicio; paseen; y practiquen yoga, meditación o pilates. Por último, se puede recurrir a otros remedios que pueden ayudar a la paciente a lidiar con el trastorno, como las flores de Bach o la acupuntura. En cualquier caso, antes de poner en práctica cualquier remedio y antes de iniciar cualquier terapia o tratamiento, siempre se deberá consultar con un médico.
Depresión en el embarazo: ¿puede afectar al bebé?
Suele decir que, si la futura mamá está bien, el bebé también lo está y, cuando tiene que ver con la depresión durante el embarazo, es cierto. Eso sí, este trastorno se debe tratar para que no derive en un problema de salud más grave para ambos, ya que, en el peor de os casos, puede provocar problemas en el desarrollo del bebé. Por otro lado, de no ser abordada, la depresión en el embarazo puede prolongarse hasta después del nacimiento del niño, convirtiéndose así en una depresión posparto.
¿Se puede prevenir este trastorno?
Aunque no es del todo posible prevenir la depresión durante el embarazo, si podemos reducir las posibilidades de padecerla. Te damos algunos consejos:
- Habla de tus sentimientos y emociones. Hablar con tu pareja, amigos y familiares sobre tus miedos y preocupaciones puede ser una manera muy útil de lidiar con ellos, evitando así que se conviertan en obstáculos que te desestabilicen.
- No te presiones ni trates de ser "perfecta". Como futura madre, tienes que aprender, darte tiempo, escucharte y comprenderte. Permítete cometer errores.
- Asegúrate de llevar una dieta completa, variada y equilibrada y bebe, al menos, 2L de agua al día.
- Haz ejercicio regularmente para mantenerte en forma. Si es posible, hazlo al aire libre, aunque también puedes hacer deporte en casa.
- Aprende y practica ejercicios de relajación que te ayuden a lidiar con el estrés, la ansiedad y las preocupaciones. Las clases de preparación al parto son un buen ejemplo de ello, pero, además, puedes darle una oportunidad al yoga, al pilates o a la meditación.
LETTER