Si estás esperando un hijo, sabrá que tu estado de ánimo puede cambiar bruscamente en pocos minutos: bien puedes estar sonriendo entusiasmada que en cuestión de segundos puedes conmoverte con algún detalle insignificante y sentir ganas de llorar. No te preocupes, es natural.
Durante el embarazo, especialmente en el primer y tercer trimestre, experimentarás continuos cambios de humor que se deben, principalmente, a los cambios hormonales que tu cuerpo esta experimentando. Puedes sentirte sujeta a una montaña rusa emocional y, por ello, sentirte vulnerable.
Para restarle importancia y reírte un poco de uno de los períodos más fascinantes y agotadores de la vida de una mujer, hemos decidido recopilar algunos ejemplos divertidos de las reacciones que tú misma podrías exprimentar durante el embarazo. ¿Te reconoces en alguna de estas situaciones?
¿Llorar por las razones más insignificantes? Sí, y a menudo
Incluso si antes de quedarte embarazada eras una persona estable a la que le costaba emocionarse, durante la gestación puedes cambiar por completo: las mujeres embarazadas se convierten, irremediablemente, en personas más sensibles y empáticas. Así que, no te asustes si pierdes la paciencia con facilidad, si te emocionas cuando te cuentan una historia o si pierdes los estribos por las razones más vanas e insignificantes.
Felicidad inexplicable y fuera de control
No sólo estarás de mal humor, enfurruñada y llorarás de repente, sino que también será al revés. Durante el embarazo te sorprenderás a ti misma por estar más simpática y eufórica de lo habitual. A veces sin ninguna razón aparente, pero esto es un detalle secundario. Aprovecha esta alegría y sociabilidad que, de hecho, es una de las cosas que hacen que las mujeres embarazadas se vean radientes. Pero no te descuides, el llanto puede estar a la vuelta de la esquina.
¿Un ligero aumento de la ansiedad? Puede...
Sí, desafortunadamente este puede ser otro de los síntomas del ambarazo y se trata de una consecuencia directa del estar demasiado sensible. Cuando sientas ansiedad, no te alarmes demasiado, mantén la cabeza fría y entiende que se trata de una fase pasajera. ¡Que no acabe contigo y tu humor! Lo más importante es no perder el control.
Convertirse en un volcán de rabia sin motivo aparente
En estos casos, mantén la calma. La sangre fría y la paciencia te ayudarán a manejar la ira y el mal humor para focalizarlo y convertirlo en algo práctico. Y es que esta montaña de emociones te enseñaran a lidiar mejor con tus emociones. Por otro lado, no debes olvidar que, como cualquier persona, tienes derecho a enfadarte y desahogarte. Tu entorno debe escucharte, comprenderte y nunca culparte por tus cambios de humor. A
Incluso las personas más templadas y estables emocionalmente pueden irritarse con facilidad durante el embarazo y estallar sin razones aparentes. Por supuesto, después no debes sentirte culpable o víctima de tu ira, los cambios hormonales y del estado de ánimo son naturales y sanos, y debes tratar de entender y dar rienda suelta a tus sensaciones y sentimientos.
Ten paciencia, cuida de ti y trabaja para entenderte. Gestar un bebé y ser madre son experiencias maravillosas que te ayudan a crecer en las que debes saber disfrutar incluso de los pequeños obstáculos. Así que, intenta tomarte los cambios de tu estado de ánimo con humor. Ríe, llora y enfádate. Expresar tus sentimientos, incluso cuando son negativos, tiene su parte positiva y enriquecedora.
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