El espíritu de la temporada es la asimetría. Se juega asimismo con el volúmen de los hombros, a través de la tela o por su ausencia. La organza esculpe los volúmenes y la muselina ofrece una ligereza muy sensual.
Leitmotiv tradicional e identificable de Basil Soda, las perlas de cristal y bordados de efecto metálico salpican las colecciones en un efecto geométrico. Este espíritu de "vestidos-joya" propio del diseñador sugiere quizá la imagen más tradicional de la pasarela de alta costura de este año.
Cortes rigurosos, formas audaces, bordados, colores... Todo un despliegue para festejar los 10 años de creación de la casa.
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