En las batallas en directo de esta semana hubo ya mucho nivel y las decisiones fueron bastante complejas. El público, en su línea habitual, salvó a voces verdaderamente potentes pero sin olvidar la simpatía y la ternura de sus portadores. Así se pudo apreciar en los veredictos de los espectadores.
Se decantaron, dentro del equipo de Bisbal, por la potente y carismática voz de Rafa, ese heavy entrañable y dulce capaz de conquistar los escenarios y los corazones de más de una. Bisbal, por su parte salvó a Briquette, dejando clara una vez más su debilidad por las voces de color. Del equipo de Malú eligieron a la todavía inexperta pero espectacular voz de Iolanda, la adorable y simpática benjamina del programa. De ese modo, la coach pudo salvar a su "vozarrón", Rebeca. De entre los chicos del equipo de Rosario se decidieron por el misterioso y transgresor estilo de Emmanuel, el supuesto favorito de la coach flamenca, quien pudo salvar a Angélica y librarse de los constantes rumores de enchufismo a los que se ha visto expuesta estas semanas por su relación profesional con Emmanuel.
Aunque este no haya sido el orden de las actuaciones, hemos dejado el equipo de Melendi para el final por la polémica que hubo con sus concursantes. Ruimán, el invidente del equipo, manifestó su voluntad de abandonar el programa por "desavenencias con la dirección y con su coach". Lo más sorprendente es que, a pesar de esta decisión, el público salvó a Ruimán, quien se mantuvo en sus trece y dejó el concurso.
Como era de esperar, no nos resolvieron la incógnita hasta el final del programa. ¡La televisión siempre haciéndose de rogar! La realidad del conflicto, de acuerdo con las explicaciones dadas por Jesús Vázquez, es que la cuenta de Twitter de Ruimán fue colapsada y éste, por motivos no aclarados, considera responsable al programa La Voz.
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