Pero, en realidad, esto no es nada nuevo. Por mucho que haya avanzado la tecnología, la manipulación es un arte muy antiguo, y en el auge de Hollywood a mediados del siglo XX, ya eran expertos en ello. Así lo demuestra el libroHollywood Unseen(El Hollywood nunca visto), que explica a través de cientos de imágenes entre los años 20 y 50 cómo los estudios creaban la imagen que se quería proyectar de sus estrellas.
Así, podemos ver a Humprey Bogart montando en una bicicleta de forma despreocupada y bohemia, a Marilyn Monroe ajustándose una media en el set del rodaje de Con faldas y a lo loco o a Audrey Hepburn retocándose los labios durante un descanso en la grabación de Sabrina. Todo parece casual, pero no lo es.
Los estudios de cine solo permitían que ciertas fotos totalmente preparadas -aunque no miren a cámara- trascendieran a la prensa, y así, poco a poco, sin darnos cuenta, se fueron formando lo que hoy son verdaderos iconos populares. Una estrategia maravillosa que nos acerca Hollywood Unseen y que, sin embargo, nos desmonta un poco la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor. ¿Les querríamos tanto si les viéramos tal y como son en su Twitter o Facebook?
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