Tres Globos de Oro. Un Oscar. Un BAFTA. Y 25 años. ¿Necesita más Jennifer Lawrence? La respuesta es sí. Lo necesita todo, porque es lo mejor que le ha pasado a Hollywood en los últimos años y una actriz enorme. Después de entrar en el Olimpo de las diosas de la interpretación, solo necesita unos cuantos Oscar más para ser la reina absoluta y ocupar la primera página de esta lista...
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Ahora mismo, la mejor actriz de la historia es Meryl Streep, pero si echamos cuentas, ella consiguió su primera nominación al Oscar y a los Globos de Oro a los 29 años, por lo que no es ninguna locura que en unos cuantos años nuestra Jenni la desbanque. Pero vamos a lo que está más a su alcance, veamos por qué tiene que ganar el Oscar a la Mejor actriz por Joy.
1. Porque nunca falla
Si Scarlett Johansson es la musa de Woody Allen o Leo DiCaprio la musa de Martin Scorsese, Jennifer Lawrence lo es de David O. Russell. No hay peli del cineasta en la que salga que no le valga una nominación al Oscar. ¿Por qué? Porque él sabe sacar lo mejor de ella, como en El lado bueno de las cosas, que le valió su primera estatuilla.
O en La gran estafa americana, donde hacía de loca adorable.
Y cómo no, en Joy, donde ella es todo y lo da todo y nos hace querer luchar por nuestros sueños.
2. Porque se merece subir a recoger un Oscar sin caerse
Y así también reconciliarse con los vestidos del universo y no volver a hacernos esto.
Ni esto otro.
Espera, que aún hay más...
3. Porque si Jack Nicholson le felicita de nuevo sería "El mejor momento de la historia. Parte 2"
Cuando ganó su primer Oscar, Jack Nicholson interrumpió a la actriz en una entrevista para flirtear con ella, cuya reacción fue tan divertida que nos es imposible no jurarle amor incondicional.
4. Porque sus discursos nunca tienen desperdicio
Cuando ganó el Globo de Oro en 2012 ya bromeó con que había vencido a Meryl. Queremos que esta vez haga lo mismo con Cate Blanchett y alcance la categoría de semidiosa. Pero es que incluso sin mencionar a nadie, siempre da momentazos...
Vaya, ¿qué dice aquí? He vencido a Meryl
Chicos, os habéis levantado a aplaudir porque os sentís mal porque me he caído y es muy embarazoso pero gracias
5. Porque no se toma muy en serio Hollywood y eso hace que mole más
En más de una ocasión ha reconocido que no le gustan las alfombras rojas, ni los tacones, ni que la gente le grite para que pose mientras le hacen fotos. Ella es una rara avis en esto del famoseo y reacciona como lo haríamos nosotros cuando conoce a alguna estrella. Como con Taylor Swift...
O cuando se siente pequeñita entre tantos famosos.
O cuando conoce a su ídolo de Homeland y le revientan el final de la serie.
O cuando da entrevistas naturales y divertidas que solo ella se atreve a hacer...
Estoy genial. ¡He encontrado dos mentos en mi bolsillo!
6. Porque come
Jennifer es como nosotros: le gusta comer. Y mejor aún, a diferencia de muchas otras estrellas, no tiene miedo en reconocerlo abiertamente. A ella no le gustan las exigencias de Hollywood de estar extremadamente delgada y que está "harta de las chicas que parecen chupa chups". Lo que más le gusta en el mundo es estar tirada en su sofá comiendo comida basura. Y eso hace que sea lo más. Y hace que sea una mujer muy necesaria en una industria tan superficial. Esta escena es la mejor de las pruebas. La amamos.
¿Qué demonios es una dieta?
¡Estoy hambrienta!
Te veo hablar pero solo puedo pensar en patatas fritas
Mmm... Patatas fritas
Ah, ¿y hemos dicho ya que le encanta la pizza?
7. Porque solo ella baila con sus premios
Y queremos que haga las maracas con sus dos Oscar.
8. Porque hace mucho más por el cine de lo que pensamos
Jennifer Lawrence no solo es una gran actriz, sino una gran feminista. Por ello cuando le dijeron que debía cobrar menos que sus compañeros de reparto masculinos ella contestó:
No solo eso, sino que no pierde ocasión de decir abiertamente que las mujeres deben cobrar lo mismo que los hombres y, si el Oscar le da mayor visibilidad a esta actriz para que pueda expresar este tipo de ideas como hizo Patricia Arquette el año pasado y que termine la desigualdad de una vez por todas, adelante.
9. Porque nos puede dar otra rueda de prensa inolvidable
Como ésta cuando recibió el Oscar, en la que empezó demostrando su inteligencia y sensibilidad y continuó haciendo reír sin parar a todo el mundo tras reconocer que se había bebido algún chupito para celebrar el premio.
10. Y porque, además de su espontaneidad y simpatía, es una grandísima actriz
Obviamente, la simpatía y la naturalidad no son el factor clave para ganar un Oscar. Pero es que además de todo eso, Jennifer es una grandísima actriz. Desde papeles más comerciales como X-Men o Los Juegos del Hambre (por cierto, también le podría haber valido alguna que otra nominación) a otros donde nos ha hecho sufrir y disfrutar a partes iguales como Winter's Bone o Serena. Ella nunca falla, y lo hace de forma adorable. Así que ojalá el día 28 se lleve el segundo Oscar de una larga lista de premios que le queden por recoger. Además, Cate Blanchett ya tiene dos, Saoirse Ronan y Brie Larsson aún tienen mucho que demostrar y Charlotte Rampling tiene que dejar paso a nuevas generaciones. ¿Todo claro?
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