La curiosidad mató al gato, ya se sabe, pero la nuestra es infinita, y nos hace meter el morro en los libros que leen los seres que protagonizan las superproducciones americanas, las series españolas, los escenarios o cualquier otro espacio habitado por eso que llaman “famoso”. ¡Incluido el mismísimo Obama! Así descubrimos que la inefable Lady Gaga es fan acérrima de Rilke (¿consigue así que lean con pasión sus numerosos little monsters las Cartas a un joven poeta?), mientras la otra diva de las giras, Madonna, se muestra menos literata: La mujer del viajero del tiempo, de Audrey Niffenegger, es su libro.
A los siempre predecibles El principito, Cien años de soledad, "paulos coelhos", Orwells o Salingers varios les acompañan recomendaciones más atípicas, como las de Rubén Cortada (Viudas de sangre, de Daniel Chavarría) o Drew Barrymore (El hombre en busca de sentido, de Vitkor E Frankl: ¿será que Drew sigue buscando el suyo a su propia vida?). El guapérrimo Jon Hamm recomienda la Arcadia de Tom Stoppard, un clásico como Woody Allen no duda al apostar por otro clásico del siglo XX, como El guardián entre el centeno, y Robert Pattinson se decanta por la eterna voz del Sur estadounidense (La balada del café triste, de Carson McCullers).
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Sean sinceras o no estas respuestas a la pregunta sobre su libro favorito, quién sabe, a lo mejor su elección hace que algunos de sus millones de fans se animen a coger un libro de vez en cuando, ¿no?
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