Madrid, verano de 2011. Con el Movimiento 15-M en pleno apogeo y millón y medio de peregrinos que esperan la llegada del Papa a la capital española, los inspectores de policía Alfaro y Velarde (Roberto Álamo y Antonio de la Torre) comienzan una caza a contrarreloj para atrapar a Andrés Bosque (Javier Pereira), un asesino en serie que amenaza la ciudad, sin que cunda el pánico entre sus habitantes.
Así arranca Que Dios nos perdone, una de las películas favoritas de esta edición que cuenta con 6 nominaciones a los Goya y 7 a los Premios Feroz. Precisamente en las horas previas a la gala de los Premios Feroz, en las que se presentaba el Glam Team de L'Oréal Professionnel encargado de crear los looks de todos los nominados y asistentes a la ceremonia, tuvimos la oportunidad de hablar a solas con Javier Pereira, nominado a Mejor Actor de Reparto, sobre los retos que le ha supuesto el personaje de Andrés Bosque.
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De Javier Pereira a Andrés Bosque
Cuando un actor se enfrenta a un personaje totalmente opuesto a él, tanto física como psicológicamente, el trabajo a realizar para prepararlo aumenta exponencialmente. El mejor ejemplo lo encontramos en Javier Pereira, que para su papel en Que Dios nos perdone tuvo que perder 17 kilos, y prepararse mentalmente con ayuda de dos psiquiatras. ¿El resultado? Andrés Bosque, un psicópata y asesino en serie en el que casi no se reconoce al propio actor.
¿Quieres saber cómo fue este proceso? Nos lo cuenta él mismo. ¡Dale al play!
Por este excelente trabajo Javier Pereira ha conseguido una nominación al Premio Feroz a Mejor Actor de Reparto, y al Goya en la misma categoría. Desde aquí le deseamos toda la suerte del mundo, o al menos la misma que él, cuando era un niño de San Ildefonso, repartió al cantar dos años seguidos el Gordo de Navidad. ¡Ojalá te lleves a casa tu segundo Goya!
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