Barei llegó el jueves 5 de mayo a Estocolmo. Desde entonces, entre ensayos, la cantante no ha dejado de hacer la mayor promoción posible. Su agenda es intensa y no deja parar a la cantante ni unas horas. Además de tener que atender a la prensa nacional, la cantante tiene que conceder parte de su tiempo a los medios internacionales que son los que votan.
Tanto es el esfuerzo que exige Eurovisión que a veces le ha pasado factura a la cantante. "Pensaba que iba a ser una semana intensa, pero no tanto. Estoy contenta, pero un pelín cansada. He tenido dos bajones, uno por agotamiento y otro por ansiedad. Este miércoles fue por agotamiento de voz. Hay cambios de voz, el frío", comenta cuando se le pregunta por esta semana en Estocolmo.
"Y hace cuatro días tuve un día de bajón por ansiedad. Esto es como un Gran Hermano, todos opinan, pero sobre la que recae todo es sobre mí. Coges las opiniones del equipo, más los de fuera, más Twitter, más Facebook, llega un momento en el que pides que por favor paren de opinar. Tú estás metida en una burbuja y no te enteras de nada", asegura.
"Entiendo que la gente pueda criticar. Pero no entienden el nivel de exigencia de estos días. Te exigen que estés perfecta de voz, pero la realidad es que cuando hablas casi 16 horas al día, es difícil que no te afecte.Yo estoy encantada con todo este trabajo, pero se podía ser más comprensivo. Y voy a intentar darlo todo de energía. Pero de voz haré lo que pueda", confiesa la cantante.
No obstante, Barei reconoce que "el cansancio se te pasa cuando ves el cariño de la gente. El apoyo de los fans es increíble. Y soy la primera sorprendida. He pasado de cero a cien, en nada. ¡Pero sí soy la misma! No me merezco esto. Si yo me voy a la cama igual que hace un año. No sé, es una sensación extraña".
También hay críticas, por supuesto. Aunque la madrileña intenta mantenerse alejada de ellas. "Tengo mis filtros. No tengo tiempo, literal. Cojo las que van contigo, que son para mejorar, que ayudan a cambiar cosas. Pero hay otras que son destructivas, que se meten contigo por meterse. Y ahí no puedo hacer nada: yo no puedo cambiar".
"Queremos cambiar cosas, pero no por las críticas sino porque los suecos no las están haciendo. Son cosas de iluminación y realización, pero deben hacerlo ellos. No está en nuestra mano. Les pedimos cosas pero, al dia siguiente, sigue igual", asegura.
LETTER
Y además:
Barei, representante de España en Eurovisón con un tema en inglés
La moda en Eurovisión