Los regalos de Navidad perfectos para que tus amigos no vuelvan a hablarte

Calcetines, set de baño, lencería que no se pondría ni tu abuela, dinero en efectivo y, ¡hasta una báscula! Reconozcámoslo, a todos en algún momento de nuestra vida, sea Navidad, cumpleaños, aniversario o Santo, nos han hecho un regalo que habríamos deseado estampar contra la pared y desaparecer al instante sin mirar atrás. Por el contrario, a un regalo pésimo solemos responder con una cara de felicidad más fingida que la del rey emérito cuando la heredera al trono, la princesa Leonor mencionó en su discurso de los Premios Princesa de Asturias a su abuela doña Sofía y siempre, con un sútil y casi imperceptible gracias, aunque por dentro estemos planeando las mil maneras de asesinar a esa persona que serían posibles sin que nos pillara la policía (en sentido figurado, por supuesto).

Ahora en serio, ¿cuántas veces hemos recibido un regalo de Navidad no deseado que termina en manos de otra persona, en el fondo del armario, destinado a obras de caridad o, directamente en la basura? Por norma general, regalar no es tan sencillo como parece y muchas veces hasta las personas que más y mejor nos conocen pueden patinar con la elección. Nunca será hecho con mala fé, ni con la intención de hacernos daño o molestarnos pero, ¿no sería mejor tener siempre a mano una lista de los peores regalos del mundo mundial que podríamos hacerle a alguien para no seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez?
Si ves que a tu cuñado le asoman las canas, no se te ocurra envolverle un tinte de pelo; si tu amiga la que se ha puesto fina a polvorones asegura que lleva a dieta desde agosto, no seas canalla y no aparezcas con una báscula el día de entrega de regalos del 'amigo invisible' y, por supuesto, nada de meter 20 cutres euros en un sobre con la típica frase: ''feliz navidad, cómprate algo bonito'' porque no haría gracia ni aunque los billetes los hubieras hecho tú mismo con Tokio y Nairobi en la Fábrica de Moneda y Timbre.
Pasa de cutreces y paletadas y echa un vistazo a la siguiente galería: 30 artículos que jamás, jamás, jamás de los jamases deberían pasar por tu mente a la hora de hacer un regalo. ¿Has cometido el pecado de comprar ya alguno de ellos? ¡Todavía estás a tiempo de devolverlo!

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