La infertilidad es hoy un problema con muchas derivaciones de carácter social. No sólo supone un gran perjuicio emocional para quienes lo padecen, puesto que no pueden sacar adelante su proyecto de vida, sino que también ha adquirido una dimensión sanitaria y sociológica no sospechada décadas atrás.
De un lado, las cifras tan elevadas de personas, hombres y mujeres, que no logran tener hijos de forma natural hacen que se califique el problema de “epidemia del siglo XXI”, lo que supone un elevado gasto sanitario, en investigación y tratamientos. Del otro, estos últimos están revolucionando la vida de la mujer actual, que, gracias a la reproducción asistida, puede elegir cuándo quiere ser madre, dentro de unos límites éticos y legales.
Hablamos de la vitrificación de óvulos, que, según nos explican desde Clínicas Eva, consiste en congelar el material reproductivo, los óvulos, a edades tempranas (la recomendación es entre los 20 y los 31) para su posterior fecundación en laboratorio y, finalmente, la transferencia de los embriones al útero materno.
¿Qué ocurre cuando la mujer ha decidido quedarse embarazada pero ya no dispone de óvulos o estos pueden suponer un peligro para la salud del futuro bebé? Se debe recurrir entonces a óvulos de donante, al igual que sucede en la Fecundación In Vitro.
Donar óvulos es una acción altruista mediante la que no se gana dinero y a través de la que se puede ayudar a cumplir el sueño de otra mujer: tener un hijo. La ley lo explica: se trata de un acto anónimo, altruista y voluntario, aunque, pide que la donante reciba una compensación económica en razón del tiempo invertido y las molestias ocasionadas.
A pesar de que el tratamiento es indoloro, no deja de tratarse de una intervención en quirófano, bajo sedación, eso sí, una intervención sencilla, con una duración aproximada de 30 minutos, explican los especialistas en infertilidad de EVA.
Requisitos para la donación de óvulos
Aunque la mayoría de los estudios previos a la donación son de carácter físico, puesto que incluyen analíticas, exploraciones mamarias y fisiológicas, también se tienen en cuenta estos otros factores:
- La edad, puesto que es necesario tener entre 20 y 30 años.
- Haber acudido voluntariamente y ser consciente del acto de donación.
- Además de obtener buenos resultados en las pruebas mencionadas anteriormente, las donantes no pueden padecer malformaciones congénitas o hereditarias. Ni ellas ni sus familiares cercanos.
- No haber dado a luz más de seis hijos. Se valorará positivamente que la gestante no haya dado a luz antes.
- Por último, se valorarán también la personalidad y el aspecto físico. Estos dos últimos valores se utilizan para ayudar a seleccionar una donante afín a la mujer que recibe la donación.
Todo el proceso viene a durar aproximadamente un mes y se puede realizar aunque se tomen anticonceptivos . Eso sí, no se recomienda mantener relaciones sexuales durante la fase de estimulación ovárica previa a la extracción.
Artículo elaborado con ayuda de los Directores Médicos de Clínicas Eva, Fulvia Mancini y César Lizán.
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