Tener la posibilidad de elegir el sexo de tu bebé es algo que puede suscitar incluso un poco de respeto. No es algo natural y por tanto, a no ser que existan razones de peso, esta posibilidad está prohibida en nuestro país por la Ley de Reproducción Asistida. Pero existen otros países que sí son más permisivos en cuanto a este tipo de métodos o técnicas como por ejemplo Estados Unidos o Bélgica.
También existen técnicas más "caseras" sostenidas por teorías de investigación de doctores, pero que no garantizan el éxito y sus porcentajes de acierto son escasos. Te contamos cuáles son las más conocidas.
Prueba DGP
Comenzamos por una de las pruebas médicas que se realiza cuando las mujeres se somenten a tratamientos de fertilidad: la DGP (Diagnóstico Genético Pre-implantacional). Por ejemplo, en un ciclo de FIV (Fecundación In Vitro) se estimulan los ovarios para que la producción de óvulos sea mucho mayor. Una vez que están listos se extraen y se fecundan para después ser implantados en el útero de la madre. El número de embriones que se implanta siempre dependerá de la edad de la madre, la calidad de los mismos o de los antecedentes reproductivos.
No obstante, esta prueba puede determinar en los ya embriones si puede existir algún riesgo de enfermedad hereditaria cuando se sospeche por ejemplo, en un caso de antecedentes familiares. Igualmente, esta prueba es capaz de determinar por tanto los cromosomas del embrión pero, a nivel legal, está prohibida su utilización para el conocimiento del sexo del bebé.
Método Ericsson
En teoría, esta técnica separa los cromosomas X de los cromosomas Y de una muestra de semen, lo que permite que los del sexo deseado se introduzcan directamente en el útero de la madre. El porcentaje de éxito ronda el 75%-80% en varones y el 73%-75% cuando se trata del sexo femenino. Desde 1969, este método está patentado por su creador Lars Magnus Ericsson pero esta técnica no presenta ninguna garantía de éxito. Este tipo de tratamientos se llevan a cabo en Estados Unidos pero en Europa no están permitidos en ningún caso, concretamente en España, tal y como mencionábamos antes, debido a la Ley que lo prohibe.
Método Whelan
Este método consiste en programar tus relaciones sexuales en unos días concretos del ciclo. Un método creado por la Dra. Elizabeth Whelan quien asegura un 68% de efectividad en niños y un 56% en niñas. En concreto, para que fuera varón se deben tener relaciones entre 4 y 6 días antes de que la temperatura corporal basal (la temperatura que tenemos nada más despertarnos por la mañana) aumente. Para las niñas, serán 2 o 3 días antes de la ovulación.
Método Shettles
Por otro lado, encontramos el método del Dr. Landrum Shettles que se trata exactamente de la técnica contraria al método Whelan. Igualmente, consiste en programar las relaciones sexuales en función de los días del ciclo menstrual. Su explicación se basa en que los espermatozoides femeninos son más resistentes que los masculinos pero se mueven más lentamente. Por ello, para concebir una niña se aconseja que las relaciones sexuales se mantengan hasta 2 días antes del comienzo de la ovulación y para los niños, cuando justo comience el periodo de ovulación aunque, como ocurría con el anterior método, tampoco existe ninguna garantía de éxito.
Kits de elección del sexo
Se trata de unos kits preparados para usar en casa y que están basados en los dos últimos métodos. Éstos incluyen: termómetro, vitaminas y extractos de hierbas, detectores de ovulación y duchas para vaginas. No obstante, te recomendamos encarecidamente que antes de comenzar a utilizar cualquiera de estos métodos primero consultes a tu ginecólogo para que él te asesore en todo momento y resuelva todas tus dudas.
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