Tus peores pesadillas se han hecho realidad: te toca hacer una tarta o postre para esa cena con amigos, para el cumpleaños de algún compañero de colegio de tu hijo o para llevar a esa comida con los cuñados y la familia. No tienes tiempo, pero sobretodo, no tienes lo que se puede decir talento culinario, y no será por falta de ganas e imaginación. ¡Tranquilidad! Te damos unos cuantos trucos fáciles de resposteria para que seas todo un chef... al menos principiante. ¡Saca los ingredientes y a por ello!
Innova pero ves a lo seguro
El primer paso es no engañarse a uno mismo: hay que ir a lo fácil y a lo que generalmente gusta. Te proponemos que escojas una receta sencilla, pero que esté de moda y pueda ser un completo acierto. Quítate la idea de un flan de la abuela o unas natillas. No te quedes obsoleto, ya que hay muchas recetas que no son tan complicadas y marcan diferencia. En este caso te proponemos que escojas un brownie de chocolate, tarta de zanahoria, cupcakes, muffins e incluso un bizcocho casero con coberturas originales. ¿Quién le dice que no a un brownie calentito con una bola de helado de vainilla? ¿O un trozo de tarta de zanahoria cubierto con queso crema?
Triunfarás seguro con estos postres, pero si no te atreves a elaborarlos con tus manos paso a paso, siempre puedes comprarlos en caja, prácticamente listos para servir. Hay muchas marcas en el mercado con multitud de opciones y son muy fáciles de preparar.
Trucos básicos pero muy importantes
¡Vamos al grano! El primer truco y mandamiento de cualquier repostero es seguir la receta al pie de la letra. Ojo con las cantidades, los utensilios adecuados, los ingredientes necesarios... ten cuidado porque igual si te saltas algo, no sale como lo esperado. Además, hay que hacer algo que parece que se nos olvida siempre: ir probando el plato. Realmente es el mejor comprobante para saber que nos está saliendo bueno.
En cuanto a técnicas culinarias, no nos olvidamos de los problemas más habituales. Nos ponemos en situación: está el bizcocho en el horno (que huele más que genial) pero nos damos cuenta que no sube. Para que no te pase eso, ten muy en cuenta la cantidad de levadura que metes: ni más ni menos. Sí, parece básico, pero a todas nos puede pasar. Otro truco es tener muy en cuenta la temperatura, tanto la del horno como la externa. En el horno tiene que ser la adecuada, no lo debes abrir muchas veces, aunque quieras ver cómo va, y si hace mucho frío en el exterior hay dejarlo un rato más en el horno, apagado claro, para que ese contraste de temperatura no te lo fastidie y lo baje.
Por otro lado, las medidas tienen que ser adecuadas, no solo en el postre en sí. Es decir, hay que escoger el molde perfecto. Intenta usar uno que no sea muy profundo, para asegurarte que la parte de abajo no se queme, por supuesto controlando todo el rato la temperatura. Un momento de peligro es también cuando ya tenemos el postre. Para evitar llevarnos el disgusto de ver que se nos ha pegado al molde, hay que echarle antes un poco de mantequilla o harina. De igual manera, hay que respetar el tiempo de enfriamiento: ¡no seas impaciente!, deja que se enfríe un poco para desmoldar.
¡No tengo este ingrediente!
Te dispones a hacer tu súper postre y te das cuenta de que te falta algún ingrediente. Don't worry! Te damos la lista de ingredientes que se pueden sustituir por otros:
- Cambiar la mantequilla por la margarina o el aceite. Eso sí, el aceite 1/3 menor de lo que se utilizaría en mantequilla.
- A falta de azúcar, miel. Si bien la miel es más consistente que el azúcar, así que echar algo menos de lo estipulado.
- ¡No me queda leche! Pues bien, si estás preparando un bizcocho sustitúyelo por zumo de naranja o limón. Le dará, además, un sabor riquísimo.
El toque final: la decoración
Poner una decoración bonita y cuidada dirá mucho del aspecto de tu postre. Siguiendo con los ejemplos de receta que te hemos dado, te damos algunas ideas:
- Brownie de chocolate. Si tus amigos son especialmente golosos, este plato es un total acierto. Con el brownie se pueden hacer un montón de cosas para que quede mucho más vistoso. Usa una cobertura de chocolate y pónsela por encima, también puedes añadirle algún tipo de fruto seco, y utilizar lápices pasteleros para dibujar detalles.
Si quieres hacerle alguna forma especial, espera que se enfríe y córtalo a tu gusto: con forma de estrella o de árbol para Navidad, emoticonos, o incluso yendo al punto friki y haciendo símbolos de alguna película: cosas ideales para Star Wars serían naves, robots, los moños míticos de Leia...
- Tarta de zanahoria: Esta tarta está causando sensación, especialmente en las redes. Lo ideal sería cubrirla con crema de queso dulce, y luego ponerle arriba algún detalle. En estos casos, el fondant de azúcar viene de perlas, y puedes ponerle mini zanahorias o lo que quieras, en verdad puedes hacer de todo. Y de hecho, si realmente el dibujo no es lo tuyo, vienen formas establecidas para que no te comas el coco. ¡Ah! Y si le metes almendras molidas, ya sí que triunfas.
- Muffins o cupcakes: Si hablábamos de que la tarta era trendy, los cupcakes se llevan la palma. El secreto es que hay millones de posibilidades y el peso recae en la decoración que vaya encima. Ya puedes hacer una simple magdalena, que si la complementas con un poco de nata, siropes, fondant o lápices colorantes, haces que parezca un plato de todo un chef. Aquí sí que le puedes echar imaginación, usar mil temas...
- Bizcocho: El bizcocho es un plato demasiado simple, pero siempre puedes sacarle partido. Métele perlitas de chocolate, o decóralo con una manga pastelera, para que quede más cremoso y no tan seco. Puede ser toda una maravilla para el paladar...
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