Hoy te proponemos que olvides todos los falsos mitos y disfrutes de la carne de cerdo, una carne blanca de lo más saludable: está llena de vitaminas, apenas tiene grasa y existen mil formas de introducirla en nuestra dieta. Durante años, hemos pensado que la carne de origen porcino se incluía dentro de la carne roja y, por lo tanto, no pensábamos en ella cuando comenzábamos una dieta en la que solo estaba permitida la carne de pollo y de conejo. ¡Olvídate de todo eso! Y disfruta, como tu sabes, de esta delicia con mil caras y múltiples propiedades.
1. ¡Es perfecta para todos!
La carne blanca gusta a todos. Es un hecho. Pero, ¿sabías que además la carne de cerdo es buena para la salud de todas nosotras? Desde los deportistas que necesitan un gran aporte proteico hasta las personas que están intentando adelgazar, por su baja concentración de grasas. Además, está permitida para quienes tienen colesterol alto o diabetes, ya que cocinada a la plancha o al horno es ideal para todos ellos.
2. Es muy versátil
¡Cuántos picnics acompañados de un buen bocadillo de jamón! Algo tan simple y que hace tan feliz a nuestro estómago, ¿verdad? Pero no es lo único. Nosotras somos de las que no nos perdemos el guiso de nuestra madre en Navidad y de las que disfruta de las cenas más especiales con cinta de lomo, una salsa de pimienta y un buen vino. ¡Muy apetecible!
3. Sus valores nutricionales son inmejorables
Hemos oído hablar mucho sobre los beneficios de la carne de pollo o de conejo pero, ¿sabes cuántas propiedades tiene la carne de cerdo? Desde Interprofesional Porcino de Capa Blanca (INTERPORC) nos lo cuentan: potasio, fósforo, zinc, hierro, vitaminas B1, B3, B6 y B12. ¿Necesitas algún motivo más para consumirla? ¡Pues aún quedan dos!
4. ¡Olvídate de las grasas!
Aunque su apariencia y textura jugosa nos pueden hacer pensar en la carne de cerdo como un producto con una alta concentración de grasa, lo cierto es que alrededor del 70% de la grasa porcina se encuentra en la parte subcutánea del animal, por lo que resulta fácil retirarla y no consumirla.
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5. Es una acompañante para toda la vida
Desde nuestra infancia hasta nuestra vejez, la carne de cerdo puede estar presente en nuestra vida. Para los niños, se recomienda un consumo de 3 o 4 raciones de carne magra a la semana, entre las que se encuentra la carne de cerdo. Durante la adolescencia nos aporta vitamina B12, indispensable en este momento de nuestra vida. También es adecuada para mujeres embarazadas, con la salvedad de la carne cruda. ¡Una combinación perfecta para todos!