Los buenos hábitos
Tener un pelo bonito no es solo cuestión de genética. Nuestra forma de vida influye en su aspecto, y mucho, por lo que adoptar unos buenos hábitos será vital para que luzca bonito y sano. Esto empieza, por supuesto, por una correcta higiene capilar, y por una rutina a seguir en cada lavado:
- No utilices agua demasiado caliente para lavarte el pelo, ya que puede dañar la fibra capilar y hacer que el cabello se vea apagado y sin brillo.
- Cuando te cepilles el pelo no lo hagas directamente de arriba a abajo, comienza por las puntas y ve subiendo poco a poco a medida que vayas desenredado. Así, evitarás romper las fibras capilares.
- Si utilizas herramientas de calor, aplica siempre un protector antes, para evitar dañar el cabello.
- Sanea y corta las puntas con la frecuencia adecuada.
- No te recojas el pelo cuando aún está húmedo.
Los cuidados
Elige bien tu champú. De nada sirve darle a tu pelo los mejores cuidados si luego optas por un champú demasiado agresivo para lavarlo. Por suerte, en el mercado existen firmas que incorporan en sus productos ingredientes que limpian en profundidad de manera suave y delicada, como el agua micelar. Su funcionamiento es similar al de un agua micelar desmaquillante, pues atrapará la suciedad con sus micelas y la eliminará en una sola pasada y sin dañar tu melena. Suena bien, ¿verdad?
Una buena alimentación
Si te cuidas comiendo no sólo se reflejará en tu silueta, sino también en tu pelo. Si tu cabello es frágil es probable que sea por falta de hierro. Sigue una dieta equilibrada rica en ácidos grasos, hierro, vitamina B (cereales, levadura de cerveza, trigo, almendras, nueces, productos lácteos), en zinc, que favorece el crecimiento del cabello (lentejas, marisco, yema de huevo), frutas, verduras y legumbres. Una carencia de vitamina B6 puede derivar en un cabello frágil e incluso en la caída del mismo a largo plazo.
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Una ayuda que viene directamente de tu cocina
Ciertos productos tienen propiedades beneficiosas para el cabello, como es el caso del aceite de oliva, el limón, el vinagre o la levadura de cerveza.
- Aceite de oliva: puedes aplicarlo en el pelo, envolverlo en una toalla antes de irte a dormir y dejarlo actuar toda la noche. Por la mañana habrá recobrado fuerza y brillo. Hazlo 1 ó 2 veces al mes.
- Limón y el vinagre: mezcla estos dos ingredientes con agua templada y aplícatela por el pelo antes de darte el champú. Déjala actuar unos minutos y a continuación lávate la cabeza como siempre. ¡Obtendrás un cabello brillante y resplandeciente!
- Levadura de cerveza: ayuda a aportar brillo y fuerza en el pelo.
- Aceite de argán: enriquece y revitaliza los cabellos frágiles y secos. Aplícatelo antes de darte el champú por todo el pelo, poniendo especial énfasis en las puntas.