Pegar la boquilla del secador demasiado
Sabemos que siempre buscamos acabar lo antes posible con el secador para pasar a hacer otras cosas, pero acercar demasiado la boquilla del secador al pelo no es la mejor solución. La fibra capilar es muy delicada y se puede quemar, por lo que lo más recomendable es mantener el secador a una distancia de seguridad de al menos 15 centímetros. Y recuerda que antes de empezar debes proteger tu cabello del calor con un producto específico.
Acondicionador y mascarilla
En las matemáticas de la belleza capilar, el orden de los factores sí altera el producto. Por muy seco o castigado que tengamos el pelo, no tiene sentido que apliquemos acondicionador y mascarilla en el mismo lavado. Después del lavado con champú, la cutícula de las fibras capilares está abierta, y por tanto deja penetrar el tratamiento que apliquemos a continuación. Sin embargo, tanto el acondicionador como la mascarilla sellan la cutícula, por lo que todo lo que apliques detrás no penetrará y quedará en la superficie, engrasando el pelo.
Pasarse con el aceite reparador de puntas
Por supuesto, la mejor manera de acabar con las puntas abiertas y resecas es aplicando un aceite capilar reparador, como el de argán, pero todo en su justa medida. Si te pasas con la cantidad, lo único que conseguirás es engrasar el cabello y darle un aspecto sucio, aunque acabes de lavártelo. Para evitarlo utilízalo en pequeñas dosis (una cantidad del tamaño de una almendra es más que suficiente), y ve poco a poco añadiendo unas pocas gotas más si ves que te has quedado corta.
Desenredar el cabello cuando está muy mojado
Cuando el pelo está empapado es el momento en el que más frágil se encuentra, por lo que es muy fácil romperlo sin querer al cepillarlo. Es mejor secarlo con una toalla hasta que esté húmedo y entonces empezar a desenredarlo. Tampoco conviene desenredar en seco, ya que provocarás la aparición de encrespamiento y electricidad estática. En cuanto a la técnica de cepillado, te recomendamos que empieces a desenredar por las puntas, y vayas subiendo poco a poco a medida que vayas eliminando los nudos. Así evitarás romper el cabello y favorecer su caída.
Aplicar el tinte de la raíz a las puntas de una pasada
Cuando te hagas una coloración en casa, empieza aplicando el tinte en las puntas, y termina con las raíces. Si lo haces al contrario, corres el riesgo de acabar con las raíces de un color diferente al del resto del pelo, ya que, debido a la temperatura corporal del cuero cabelludo, el producto actúa más rápidamente y penetra más en la fibra capilar. ¿Sorprendida?
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