Poniendo en práctica el alisado japonés
Un buen alisado japonés se desarrolla en dos fases: una vez se ha secado el cabello, se alisa con la ayuda de unas planchas de cerámica. Tras esta fase, el producto alisador se aplica sobre el cabello, mechón a mechón. Cuando haya pasado una media hora y el producto haya hecho efecto sobre el cabello, se vuelve a alisar para secarlo por última vez. ¡Listo!
Este proceso hace que las microescamas del pelo vuelvan a cerrarse de modo que el cabello adquiera un aspecto liso y sedoso. Su estructura interna se mantiene alterada en profundidad durante un largo período de tiempo.
Las ventajas
Se trata de la técnica de alisado más radical y eficaz que existe, incluso los rizos más rebeldes no se podrán resistir a ella y el cabello permanecerá liso por lo menos durante seis meses.
Además de ser realmente eficaz, el sistema Yuko es respetuoso con el cabello: al contrario de las planchas que, a largo plazo, pueden estropearlo, el alisado japonés lo respeta, pues no conlleva ningún riesgo. No lastima el cabello al aplicar el producto alisador porque éste está elaborado a base de proteínas de soja y no con productos químicos peligrosos.
En la piscina, la ducha, bajo la lluvia… el cabello seguirá como en el primer día de alisado, incluso bajo una tormenta. Cuando el cabello crezca, lo hará de forma natural, es decir, las ondas volverán a aparecer. Pero no te preocupes, realizarse un alisado japonés un par de veces al año es más que suficiente. Y las que sean más hábiles, pueden realizárselo en casa. Sólo hay que comprar los productos necesarios, así que ¡ahorrarán seguro!
¿Cuánto cuesta?
Decir adiós a las planchas tiene un precio: un alisado japonés en condiciones cuesta entre 200 y 300 €. El precio varía en función de la longitud del cabello y su textura, pero sospecha de las peluquerías que lo ofrezcan a 100 €. Aunque el precio pueda parecer un tanto excesivo, piensa que el alisado dura por lo menos medio año.
Los riesgos
Como sucede con cualquier otro desrizado químico, antes de hacerse un alisado japonés hay que tomar algunas precauciones: si nuestro cabello es frágil, sensible o ya nos lo hemos desrizado es mejor no someternos a dicha técnica pues, con el tiempo, podríamos estropearlo o quemarlo. Para no tener que cortarlo cuando sea demasiado tarde, lo mejor es optar por las recomendaciones de gente fiable, personas que ya se lo hayan hecho.
Mantener un alisado japonés no es complicado, no hay que hacer nada. Sólo debemos recordar que no podemos utilizar champús abrasivos ¡y el cabello lucirá liso y sedoso durante mucho tiempo!
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