Las partes del cuerpo que más preocupan son las zonas más visibles habitualmente. Lucir un rostro luminoso y sin imperfecciones es el principal objetivo. Por tanto, uno de los procedimientos que más se solicitan son los peelings iluminadores, como el peeling de ácido glicólico. Además, si ya se han cumplido los treinta, el Plasma Rico en Plaquetas o la mesoterapia facial con vitaminas pueden ayudar a presumir de una piel más jugosa, debido a su efecto revitalizador, nos cuenta Cristina de Hoyos, dermatóloga de Clínicas Ceta.
Evidentemente, pocas novias cubren su escote, y esta zona también debe someterse al mismo tratamiento que el rostro para que de esta forma no haya diferencias de tonalidades o de texturas. Además, la depilación láser de zonas como el labio superior o las cejas ayudarán a olvidar ese vello tan incómodo.
Por supuesto, también preocupan otras zonas que suelen ir descubiertas como son los brazos, los cuales en ocasiones tienen un exceso de flacidez en la cara interna que obliga a muchas novias a evitar escotes como el palabra de honor y buscar mangas que ayuden a disimularlo. Para que podamos elegir cualquier diseño y lucir brazos bien firmes, la radiofrecuencia es una muy buena opción.
Hoy en día, no sólo preocupa verse bien con el vestido de novia, sino también sin él. Para lo cual la celulitis es la peor enemiga. Se puede combatir realizando mesoterapia corporal, que eliminará los cúmulos de grasa que puedan quedar tras las dietas y ayudará a disminuir el volumen de la zona tratada.
En cada novia hay una preocupación distinta, así que lo más adecuado es acercarse con tiempo al dermatólogo estético y exponerle los "defectillos" que queramos mejorar, y junto con su consejo, decidir cuál es el mejor tratamiento en nuestro caso.
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