Ruth Oosterman siempre se ha caracterizado por ser una artista que pone toda su alma y amor en su trabajo. Pero durante su embarazo atravesó por primera vez por un bloqueo en su capacidad creativa. Cuando su hija Eve por fin llegó al mundo, todo cambió y es que la pequeña se convirtió en su musa. Siempre con su hija en brazos, Ruth pintaba a todas horas. Pero esto no es todo, ya que cuando Eve cumplió los dos años comenzó a nacer una preciosa y especial colaboración artística entre madre e hija.
Cuando Ruth se fijó un día en los garabatos que hacía Eve, de repente ¡surgió la idea! Con un poco de pintura y mucha fantasía Ruth comenzó a transformar los inocentes e infantiles dibujos de su hija en obras de arte. La inspiración y la creatividad cada vez eran mayores: un barco, una pareja de enamorados, árboles, un lago... En su web puedes ver todas y cada una de sus increíbles pinturas www.ruthoosterman.com.
Aquí tienes un vídeo donde puedes ver cómo la mamá crea a partir de un garabato de su hija:
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