Al principio pensabas que su comportamiento insufrible era causa de “los terribles” dos años. Después pensabas que estaban atravesando los “tremendos” cuatro años... Pero no solo les pasa a tus hijos, sino que cada año, los hijos de tu mejor amiga se vuelven más insoportables. Si quieres buscar una explicación a estas personalidades tan peculiares que tienen algunos niños este artículo te interesa. Te mostramos cuatro tipos de niños "repelentes" y el por qué de estos comportamientos.
1. Las princesas del guisante
A estos niños y niñas se les conoce como las princesas o los príncipes del guisante. Cada vez que se sienten mínimamente agraviados aparecen los pucheros, gritos e insultos en cascada a todo aquel que le lleva la contraria. ¡Ponen de los nervios a cualquiera! Reconfortados por sus padres o madres en su estatus de víctima, el niño ni siquiera sabe de qué se queja. Y tú tampoco, aunque a veces... te gustaría darle motivos.
Explicación: es inútil odiar a los niños por muy insoportables que se pongan, ya que ellos no hacen más que interpretar el papel que sus padres les piden implícitamente que jueguen. A veces, los hijos toman el puesto que sus padres nunca tuvieron en la familia; otras, se ponen la corona que su madre les otorgó y nunca se han acordado de quitarse... Recomendamos sobre todo, paciencia. Pues al final no son más que niños a los que sus padres consienten en exceso.
2. El pequeño tirano
Allá donde vaya, tu (dentro de poco) ex amiga, vive sujeta a la dictadura de los caprichos de sus hijos. Si vas a cenar a su casa un sábado, la tropa de pequeños dictadores son capaces de guerrear con todos los juguetes por medio del salón, jugar a tirarse la comida y luego enfadarse. Después, tu amiga te dejará sola a mitad de la cena para ir corriendo a acostarles y, a continuación, recoger todo el desorden. Te encantaría recordarle que, a la edad de sus niños, tú hacías lo que te decían tus padres y no a la inversa.
Explicación: es difícil ver a tu mejor amiga oprimida por tiranos en pantalones cortos, cuando la chica que conocíamos era, más bien, segura de sí misma. Sin embargo, a pesar de las apariencias, las madres demasiado permisivas no son necesariamente madres eclipsadas por su descendencia. Algunas simplemente reproducen un esquema familiar y pasan el orden existente en su casa materna a la familia que han creado. Otras madres lo hacen pensando que, si ponen límites a sus hijos, éstos las querrán menos. Y, por supuesto, exactamente lo mismo ocurre con los padres.
3. El "repelente" por antonomasia
El "redicho" o "repelente" por antonomasia: otro tipo de niño con su propia cruz. La tener una madre decidida a hacer de él un intelectual... pero de manera excesiva. Hace unos años, te emocionaba cómo babeaba delante de El Guernica. Ahora, te exaspera que conteste bien a todas las preguntas de Saber y ganar y luego sonría con suficiencia.
Explicación: ¡Sé indulgente! Detrás de la educación del retoño, muchas veces subyace el reflejo de la angustia de los padres por proporcionarle un futuro seguro y exitoso mediante la mejor formación. Estas enciclopedias con patas a menudo se enorgullecen de poder hacer que sus padres se sientan seguros del futuro.
4. Los antipáticos
Son niñas y niños muy antipáticos, están "en esa edad" en la que todo le parece mal, todo debe ser negociado y a priori, ella no tiene ningún tipo de obligación ni deber que no pueda ser debatido o negociado. Ni siquiera el de decirle "buenos días" a la mejor amiga de su madre.
Explicación: Es posible que tu mejor amiga haya sufrido una educación tan severa en su casa que cuando ella misma ha formado una familia, ha dejado totalmente suelta la brida. Si la negociación es la base de la comunicación hay que recordar que demasiadas negociaciones matan la comunicación. Las reglas y los límites pueden ser impuestos si los niños (incluso los que están en "una edad difícil") entienden que se dan en un marco de amor.
Contenido elaborado en colaboración con CharHadas.
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