En verano los más pequeños pasan mucho tiempo al aire libre y es importante proteger su piel. Las quemaduras por el sol, las picaduras de mosquitos o las irritaciones son algunos de los problemas más comunes.
Utiliza un protector solar y aplícalo frecuentemente
Siempre se tiene que aplicar un protector solar: la piel del niño o del bebé es más sensible a los rayos del sol que la del adulto. Como se puede adivinar, la piel de un bebé es más fina y todavía no produce la cantidad adecuada de melanina (los melanocitos funcionan con normalidad a partir de los dos años). Sin protector solar, solo se puede estar en la sombra y aun asi, los rayos pueden ser peligrosos para tu hijo. Los niños solo pueden quedar sin protección solar en lugares cerrados o en zonas abiertas completamente sombreadas.
Siempre debe llevar una gorra o ropa para protegerse
El bebé siempre debe llevar una gorra o un sombrero para protegerse del sol y del calor. Aunque los padres hayan aplicado protección solar al bebé, los pediatras recomiendan vestirlo con ropa de algodón puro. También advierten de no tapar en exceso al niño para que permanezca a una temperatura fresca y no sude ni sufra golpes de calor.
Mantén una hidratación adecuada
La regulación corporal de un niño de menos de tres años es limitada y, por ello, al exponerlo al sol podría sufrir un golpe de calor que puede resultar peligrosa. Esto puede ocurrir incluso aunque el niño lleve crema solar, pues esta protege de los efectos nocivos del sol pero no combate el calor. Para evitar un posible golpe de calor los padres tendrán que mantener suficientemente hidratado al bebé, dándole de beber tanto líquido como sea necesario.
Agua, arena, hierba, nieve: todo refleja los rayos del sol
Es muy importante cuidar especialmente la protección de la piel del bebé en la piscina, la playa, la nieve y el campo, o en cualquier lugar en el que haya elementos potenciadores de la radiación solar.
Por eso, te traemos un test para que averigües si sabes cómo prevenirlos o, en caso de que se hayan producido ya, cómo solucionarlos. ¡Ponte a prueba!
¿Cuál ha sido el resultado? Haya sido bueno o no, te recomendamos que confíes en productos específicos para cuidar de la piel de tus hijos y, por supuesto, también de la tuya. Es preferible olvidarse de los remedios naturales y optar por soluciones efectivas para decir adiós a las molestias en la piel. Aquí te dejamos otros consejos:
- Ten a mano un repelente de insectos para evitar las picaduras.
- Si ya se ha producido una picadura, puedes utilizar un tratamiento antihistamínico para aliviar las molestias.
- Evita lugares como los contenedores o las zonas con árboles frutales.
- No utilices champús o perfumes con olores intensos.
- Procura que no se rasquen para evitar irritaciones.
- Si es necesario acude al médico (muchas picaduras, quemaduras graves...).
¿Has tomado nota? La maternidad no siempre es fácil y hay que hacer frente a todo tipo de situaciones. Por eso, te dejamos una lista de libros con los que seguro que resolverás muchas de tus dudas.
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