La incontinencia infantil puede tener graves consecuencias para la autoestima de tu hijo. El niño o la niña puede pensar que mojar la cama o dejar escapar el pis no son actitudes "de mayor", y puede sentirse avergonzado e incomprendido. Lo más importante es hacerle ver a tu hijo que mojar la cama es un problema pasajero, y que no debe preocuparse. Pero eso no significa que no debamos tomar unas medidas para ayudarle a superarlo. Es importante darle el apoyo suficiente y, mientras lo supera, recurrir a soluciones que le hagan sentir más seguro, como los calzoncillos o braguitas absorbentes.
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La mayoría de los casos de incontinencia infantil se deben a acontecimiento estresantes, que pueden hacer sentir a tu hijo deprimido o ansioso. ¿Cómo ayudarle a superar esta fase? Te damos las claves.
Hazle saber que es un problema pasajero
Normalmente, los problemas de incontinencia infantil se deben a un pequeño retraso en el desarrollo madurativo del niño. El tiempo y el apoyo familiar suele ser la mejor solución. No obstante, si estás preocupada por su salud, no dudes en acudir al pediatra.
Averigua por qué se siente inseguro o ansioso
Los niños son muy sensibles a los cambios de su entorno, y pueden manifestar sentimientos de ansiedad ante cualquier estímulo que le haga sentir inseguro o amenace su estabilidad. Los motivos más comunes por los que un niño puede llegar a sentirse así suelen ser familiares, como la llegada de un hermanito, la separación de sus padres o la pérdida de un familiar; y también escolares, como el acoso, la falta de amigos, las exigencias académicas...
Habla con tu hijo o con los profesores para determinar la causa del problema. Si hablas con él sobre ello le ayudarás a sentirse mejor, y es probable que el problema de la incontinencia se solucione pronto. No pienses que, porque sea un niño, no necesita hablar seriamente de sus sentimientos.
Hazle sentir amado y protegido
Frases como: "mamá te quiere mucho", "somos amigos", "eres un niño muy mayor", "te portas fenomenal", "papá y yo siempre te vamos a querer"... pueden hacer mucho bien para la autoestima del niño. Si hablas con él sobre cualquier cambio en su vida que creas que pueda ser la causa de la incontinencia, no olvides utilizar el afecto: caricias, abrazos y besos. Además, le enseñarás a ser cariñoso: un niño que ha recibido amor de pequeño será capaz de ser afectivo ene l futuro.
¡Nunca le castigues por hacerse pis!
Reñir, culpabilizar y castigar a un niño por hacerse pis puede ser totalmente contraproducente para solucionar el problema. Normalmente, es el primer impulso que nos sale cuando a niño le ocurre algo así, porque supone una molestia y una incomodidad limpiar lo que se ha manchado. Pero, si tú te sientes molesta, ¡piensa cómo debe sentirse él! Por el contrario, deberás mantener una actitud comprensiva y afectiva, aunque siempre recordándole que hay que intentar ponerle solución.
Evita convertirlo en un tema tabú
Un niño, por muy pequeño que sea, tiene la capacidad suficiente como para comprender que hacerse pis es un comportamiento poco aceptado por la sociedad. No obstante, no es bueno convertirlo en un tema tabú, dado que podemos acentuar el sentimiento de vergüenza en el niño. Es recomendable tratarlo con normalidad. Eso sí, respetando la intimidad de tu hijo.
Busca soluciones temporales
Una ayuda a la hora de afrontar un problema de incontinencia es que el niño perciba lo menos posible que moja su ropa o la cama. Existen alternativas, como braguitas y calzoncillos absorbentes que se adaptan a su ropita. No se notan, por lo que los pueden llevar durante el día. Recuerda sugerirle esta opción a tu hijo y recordarle que no son pañales. Evita esta palabra o el niño podría sentirse peor al identificarlos con un accesorio para bebés. ¡Él debe sentirse como un niño mayor en todo momento!
Haz un calendario de logros
Este recurso os ayudará a visualizar la evolución del problema de la incontinencia. En primer lugar, marcaos una meta, por ejemplo: 20 noches sin hacerse pis. En un calendario de colores, id añadiendo un sol por cada noche seca, y una nube por cada noche mojada. A medida que vayan desapareciendo las nubes tu hijo verá su evolución y se sentirá motivado.
Los juegos son un buen recurso para ayudar a tu hijo a superar problemas como éste, y también para ayudarles en su desarrollo intelectual y motor. ¿Quieres más ideas de juegos interesantes para tu hijo? ¡Te dejamos algunas a continuación!
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