-Por etapas sucesivas
La media de edad de adquisición de la limpieza está entre los 28 meses para la limpieza diurna y de 3 años para la nocturna. Así que, antes de los dieciocho meses es inútil pensar en ello. Su niño no dispone de la madurez neuromuscular, ni de la madurez psicológica y afectiva necesaria. Comprender lo que se espera de él, ser físicamente capaz de hacerlo y tener el deseo son las tres claves del éxito de este aprendizaje.
Lo ves preparado. Si no lo pide de forma espontánea, proponle sentarse en el orinal después de las comidas (propicias para los acontecimientos esperados), pero también cuando él te lo pida. No dudes en repetirlo durante días y no te asustes si al principio sólo ver pipí en el orinal. La maduración de la vejiga y del esfínter no siempre se produce al mismo tiempo.
-Según el sexo
Las niñas parecen más precoces que los niños. Se han hecho muchas interpretaciones. Según algunos, los niños serían más sensibles a las obligaciones parentales. Según otros, establecerían una relación entre el placer de satisfacer la necesidad de orinar y el placer de los deseos sexuales. Y, por lo tanto, tendrían la sensación de "perder" algo de ellos cuando hacen sus necesidades, sobre todo los niños.
Así pues, es esencial que todo el mundo (padres, abuelos, canguro…) adopte una actitud y un discurso relajados sobre el tema. Nada de asociar vocabulario entre defecaciones y suciedad, incluso si el niño juega con el contenido de su orinal: es una actitud frecuente al principio del aprendizaje. En este caso, explícale con benevolencia que eso no se hace.
-En cualquier caso, nada de coacción
En este ámbito, como en muchos de otros, la coacción no se debe emplear. Te arriesgarías a que el niño vea la limpieza como un desafío de poder entre tú y él.
-No es una competición: escúchalo a él, y sólo a él.
No importa si lo consigue a los 16 meses, de día, ¡pero también de noche! En esto, lo importante es el ritmo de tu hijo.
-¿Y por la noche?
Tampoco hay reglas. Aunque algunos niños no necesitan llevar pañal a los dos años, otros lo consiguen a los cuatro y sólo durante el día. Recuérdale regularmente que dormir sin pañal es una posibilidad. También míralo por la mañana. Si están secos durante varios días consecutivos: ¡no lo necesita más!
Una posible regresión
Debes saber que ciertas cosas pueden hacer retroceder al niño. La entrada a la guardería, el nacimiento de un hermanito o una hermanita… Una perturbación momentánea en la que el amor y el diálogo serán la solución.
Algunos trucos…
Para hacer
- Aprovecha el verano para dejar al niño con el culito al aire. Apreciará este sentimiento de libertad.
- En invierno, cámbiale el pañal y déjalo un buen rato sin él.
- Opta por un orinal en lugar del water, que le puede impresionar demasiado.
- Coloca el orinal al lado del water y explícale que es suyo.
- Siéntate a su lado en el servicio la primera vez que le propongas el orinal.
- Utiliza los pañales completos que se bajan como un culotte.
- Ponle ropa fácil de quitar.
Y para no hacer
- Dar una recompensa.
- Castigarlo o regañarlo si se le escapa.
- Obligarlo a quedarse en el orinal si no tiene ganas.
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