Los primeros años de vida del bebé son decisivos a la hora de alimentarle. El cambio de la leche materna a leches de fórmula o la introducción de alimentos sólidos en su dieta pueden ocasionar algunos problemas digestivos en el bebé. Aquí tienes algunos de los más comunes para que sepas identificarlos, aliviar sus síntomas y por supuesto, atajarlos (bajo la prescripción siempre de un profesional de la salud).
Estreñimiento
La incorporación de alimentos sólidos en su dieta o el paso de la leche materna a leches de fórmulas adaptadas pueden ocasionar los primeros trastornos digestivos en tu bebé. En este caso, las heces del niño comenzarán a ser poco frecuentes y duras lo que supone un gran esfuerzo para el pequeño evacuarlas. Se trata de uno de los problemas digestivos más comunes durante los dos primeros años y que se debe a varias causas: una movilidad intestinal todavía inmadura, una colonización intestinal retrasada, falta de hidratación o falta de fibra.
Los síntomas más claros de que tu bebé sufre estreñimiento serán:
- Durante la lactancia materna, cuando no hace deposiciones al menos dos veces al día.
- Al introducir la alimentación complementaria, si solo hace 3 deposiciones a la semana.
En cuanto notes alguno de estos síntomas debes acudir al pediatra inmediatamente aunque probablemente solo sean necesarios unos cambios en la dieta del bebé. Algunas soluciones que le pueden ayudar a recuperar su tránsito habitual son:
>Utiliza papillas adecuadas para este problema.
>Masajea suavemente la zona de su abdomen a la altura del ombligo haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj. Tu pediatra te dirá la forma adecuada en la que debes hacerlo.
>Túmbale, coge sus piernas, flexiónalas y muévelas despacio haciendo círculos en ambos sentidos. Una vez más, el experto al que pidas consejo te dirá cómo debes hacer correctamente estos movimientos.
Diarrea
Se considera diarrea a todas las deposiciones que veamos que están fuera de los hábitos normales del niño. Las causas más comunes que están asociadas a la aparición de este problema digestivo son las infecciones por bacterias o virus gastrointestinales, o intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa que puede ser transitoria y a veces, ocasionada por la propia infección.
Algunos de los síntomas característicos de la diarrea son:
- Deposiciones líquidas o más de 3 deposiciones al día.
- Deposiciones se hacen en intervalos de 2 horas.
- Fiebre.
Las posibles soluciones para este problema digestivo:
>Cuando sospeches que tu bebé puede estar pasando por ello, consulta siempre a tu pediatra para que él te aconseje qué hacer.
>Varía su dieta con alimentos que le ayuden a regular de nuevo su estómago. Por ejemplo, puedes utilizar el arroz, que es un alimento astringente que puede ser útil en estos casos.
Intolerancias y/o alergias alimentarias
El llanto, la erupción cutánea, la diarrea (como comentábamos en el punto anterior), los cólicos, el vómito o el sueño inquieto son algunos de los síntomas que nos pueden poner en alerta. Si observamos alguna de estas reacciones después de darle de comer puede ser síntoma de que "algo pasa". Será un profesional de la salud, quien determine si se puede tratar de una alergia o intolerancia alimentaria.
Casi todos los lactantes que desarrollan alergia a la leche lo hacen durante su primer año de vida y afortunadamente, normalmente se superan durante los primeros años.
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