Tu bebé ya está y todo ha salido bien, así que toca regresar a casa. A partir de este momento es cuando vuestra vida comenzará a cambiar realmente, ¿cuál es la mejor manera de afrontar la vuelta? Realmente no existe una fórmula mágica, pero sí podemos darte varios consejos para que os resulte mucho más fácil.
1. Organiza la vuelta a casa
Procura contar con alguien que te ayude a realizar el viaje del hospital a casa. Ten en cuenta que necesitarás viajar cómoda, por lo que la mejor opción será ir en coche, así podréis guardar todas las bolsas, la ropa o los regalos que habéis acumulado en la habitación. Deja que sea tu pareja o algún familiar quien se encargue de organizar la vuelta.
2. Asegúrate de que la nevera esté llena
Durante los próximos días no tendrás demasiado tiempo (ni te apetecerá) bajar a comprar o encargarte de las tareas del hogar. Mientras estás en el hospital recuperándote del parto puedes pedirle a alguien que se encargue de comprar y llenar el frigorífico de tu casa para que, a vuestra vuelta, os resulte más fácil y podáis pasar tiempo junto a vuestro hijo. Recuerda que cuidar la alimentación es esencial para recuperarnos después del parto.
3. Regula las visitas
Todo el mundo querrá acudir a tu casa para conocer al pequeño, pero es importante que establezcas un límite. Después del parto estarás algo cansada, necesitas reposar, pasar tiempo con tu hijo y tu pareja... En definitiva: disfrutar de vuestra intimidad. No te sientas obligada a recibir visitas, posponlas para más adelante si lo crees necesario.
4. Sigue tu instinto
A pesar de todos los libros y manuales que conozcas al dedillo, hay situaciones en las que no sabrás cómo reaccionar: en estos casos, tu intuición será la mejor solución. Toma distancia respecto a todo lo que dicen los libros y escucha tu instinto maternal. Aquellos a quienes preguntes te darán diferentes consejos y si los escuchas todos no sabrás por dónde empezar.
Elige un par de personas con quienes compartir tus preocupaciones, que sepan escucharte con atención pero que no tomen las decisiones por ti. Confía y sé tolerante contigo misma, nunca le ha pasado nada a un bebé por llorar cinco minutos de más. Tienes derecho a equivocarte, así que no intentes ser la mamá perfecta.
5. No te aísles
Probablemente te asalten dudas e inseguridades, e incluso puede que te estreses un poco ante la nueva situación. Por eso eso es importante que hables con tu pareja, con tus amigos, con tu familia... Está bien disfrutar de la intimidad del hogar después del parto, pero procura también salir a tomar algo, hacer planes, etc. Si nos limitamos a estar en casa puede resultar agobiante.
6. Si puedes, opta por la lactancia materna
Por supuesto, no somos nadie para decirte qué debes hacer. Cada madre es libre de decidir cómo quiere alimentar a su bebé y ambas opciones, tanto lactancia materna como la leche de fórmula son perfectamente viables y saludables. Sin embargo, es cierto que dar el pecho puede resultar más cómodo en algunos aspectos: no tendrás que estar pendiente de preparar biberones, es una alternativa más inmediata, favorece el colecho (no tendrás ni que levantarte de la cama en mitad de la noche para darle de comer al bebé) y puede resultar relajante tanto para ti como para tu hijo.
LETTER
Y además:
Depresión postparto: ¿cuáles son los síntomas, causas y tratamiento?
¿Qué es la fisioterapia obstétrica?: cuidados profesionales durante el embarazo y después del parto