El 12% de los niños españoles padecen obesidad y un 25% tiene sobrepeso. Estos datos son alarmantes e inciden directamente en los aumentos de enfermedades crónicas asociadas a la edad adulta, como la Diabetes Mellitus tipo 2, la hipertensión arterial o el colesterol.
Los hábitos que se han instaurado en la sociedad no son favorables para revertir esta situación. Según el doctor Jaime Dalmau, coordinador del Comité de Nutrición de la AEP, el sedentarismo y una alimentación poco saludable son los principales factores que justifican el aumento de la obesidad en la población más joven.
Para prevenir y combatir la obesidad se requiere tiempo, perseverancia y sobre todo hábitos saludables. Estos se han de inculcar desde que se es un niño. Por este motivo, es importante detectar de forma precoz a los niños con mayor riesgo de sufrir obesidad y sobrepeso y actuar cuanto antes.
Es obligación de los padres, de los profesores y de los profesionales sanitarios enseñar estos hábitos a los más pequeños para que cuando lleguen a la edad adulta gocen de una salud plena y elijan siempre actitudes saludables.
Menos (y mejor) plato y más zapato
El binomio entre la dieta y el ejercicio es fundamental para prevenir y mantener a raya la obesidad. Medidas tan sencillas como elegir la escalera en vez del ascensor, caminar 30 minutos diarios, sustituir el picoteo hipercalórico por una fruta o elegir platos saludables nos pueden ayudar a combatir la obesidad y todos los problemas asociados de la enfermedad.
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