Aunque el número elevado de divorcios ha banalizado en cierto modo la ruptura oficial de una pareja, no significa que no sea una etapa dolorosa, particularmente para un niño. Una prueba que superará con tu ayuda.
1- Encontrar las palabras
Generalmente, una separación no llega de forma repentina a una familia: disputas, gritos, críticas, ambiente hostil... Por lo tanto, hay pocas probabilidades de que tu hijo no se haya dado cuenta. Inconscientemente, comprende, sin duda, que en casa no todo es un camino de rosas.
En la medida de lo posible, explicadle lo que está pasando. Es importante que sepa que habéis tomado una decisión común, para que no culpe a uno de sus padres.
Explícale que su papá y su mamá se quisieron mucho pero que ahora tienen problemas para entenderse y vivir juntos. Cálmalo recordándole que siempre seréis sus padres, su papá y su mamá, y que vuestras historias de adultos no cambian en nada el amor que sentís por él.
No debes hacer: no entres en los detalles de la separación: papá me ha dejado por su jefa y mamá prefiere a su becario...
2- Ser honesto
Ser padre también es tener cuidado para proteger a los hijos. Pero no niegues ni tu pena ni la suya.
Puedes decirle que es normal estar triste y que su papá y su mamá también lo están. No hay que minimizar la importancia de este trastorno familiar. No le dejes alimentar esperanzas falsas si vuestra decisión es irrevocable. No le hagas creer, pensando en cuidarle, que tu separación es momentánea y que podríais volver a estar juntos.
Explica lo más simplemente posible el desarrollo de los acontecimientos: petición de divorcio, espera de juicio y decisión respecto a la custodia. Intenta calmarlo garantizándole que su papá y su mamá encontrarán las mejores soluciones para todos.
No debes hacer: confiarle todas las quejas que tienes contra tu compañero. Tu niño no debe ser secuestrado ni sentirse obligado a tomar parte en el asunto.
3- Desculpabilízalo
Siempre pensará que ha podido hacer algo mal y que es responsable de esta separación. Se fijará detalles e imaginará que el hecho de no haber arreglado su habitación pudo poner en marcha esta ruptura. Es muy importante explicarle que no tiene nada que ver y que son sus padres, los mayores, los que se divorcian, no él.
No debes hacer: dejarlo que escuche vuestras conversaciones tensas respecto a las nuevas organizaciones financieras, de custodia, de pensión alimenticia... Esto debe quedar entre tú y marido.
4- Asegurarle que su vida continúa como siempre
Tu pequeñín tendrá la impresión de que su universo se hunde y de que todo va a cambiar cuando le des la noticia de vuestra separación. Entonces, es muy importante tranquilizar al máximo sus inquietudes recordándole sus costumbres o dándole rápidamente otras nuevas.
Explícale, si es el caso, que va a continuar viéndoos a los dos, pero ciertos días o semanas. Díselo si ya lo sabes. Prepáralo también por si hay una mudanza o, al menos, para el descubrimiento de una segunda casa. Inclúyelo en los preparativos: "escogerás el color que quieras para la pared, las lámparas, el fin de semana podrás llevarte tus muñecos preferidos...”.
No debes hacer: decirle que nada va a cambiar, ya que no es verdad. Al contrario, dile que habrá pequeños cambios y que no te vas a aburrir...
5- Responder a sus preguntas
Tras este anuncio, tu pequeño puede esconderse en el silencio o, al contrario, ametrallarte a preguntas.
Toma tiempo para responder con paciencia cada una de ellas. Estate preparada para oírlo todo.
"Mi compañero Alberto no ve a su padre desde que se han divorciado. ¿Me pasará lo mismo?"
"¿Mamá tiene un novio nuevo?"
"¿Cómo me encontrará Papá Noel?"
"¿Seguiré viendo a papi y a mami?"
"¿Se lo vas a decir a la profesora?"
LETTER
No debes hacer: mentirle... ¡Excepto respecto a Papá Noel! Si estás tan perdida como él en cuanto al detalle de la organización, dile que todavía no sabes y que tendrás las respuestas poco a poco.