Un día más, tu hijo aprieta y se pone muy colorado, pero sus esfuerzos no dan fruto. Lo notas irritable, le cuesta comer y le molestan los gases y la tripa. Son síntomas del estreñimiento infantil, un problema que está creciendo en los últimos años, principalmente por la dieta inadecuada y el sedentarismo, que también afecta a los más jovencitos de la casa. La buena noticia es que el estreñimiento no es una enfermedad y hay muchas pautas que puedes seguir para ayudar a tu hijo a ir al baño de forma regular.
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Una dieta antiestreñimiento
Hay algunos alimentos que seguro que sabes que estriñen, como el arroz y la zanahoria, pero ¿qué dirías de otros como la patata o la leche? ¡Pues también son astringentes! Cuando un niño tiene tendencia al estreñimiento, lo primero que hay que revisar es su dieta. A menudo falta fibra, hay una insuficiente hidratación y se abusa de harinas y azúcares refinados y de precocinados, que también son enemigos de la regularidad para ir al baño. Probablemente introduciendo pequeños cambios en su dieta consigas controlar el estreñimiento de tu hijo sin necesidad de medicamentos. Empieza por añadir fibra a su menú y confía en los buenos resultados.
Y unos hábitos para ir al baño
Ir al baño de forma regular también es una "ciencia". Si tu hijo tiene problemas de estreñimiento, puedes ayudarlo siguiendo unas pautas. La primera es establecer un "horario fijo de visita" al WC o al orinal, preferentemente después de comer, para aprovechar el reflejo del organismo. Es importante que el pequeño no vea este momento como un castigo. Si no lo consigue, se le animará para que no empiece a tener fobia a ir al baño. Bastará con que permanezca sentado 10-15 minutos en una postura cómoda (debe tener los pies apoyados) y después se pasa a otra actividad. Además, es muy importante que las comidas sean a la misma hora y que el pequeño practique ejercicio físico, pues el deporte moderado es un excelente remedio antiestreñimiento. También los masajes en el abdomen (en el sentido de las agujas del reloj) suelen funcionar para movilizar las heces.
¿Y si es un bebé?
En los bebés los patrones para hacer caca son distintos, especialmente si toman pecho. Los bebés con lactancia materna en exclusiva pueden pasarse varios días, incluso más de una semana, sin defecar, ya que la leche materna se digiere mucho mejor que la artificial. Por tanto, puede ser totalmente normal que el niño no manche el pañal en varios días. Si el pequeño toma leche de fórmula, las deposiciones sí son más constantes, por tanto, si aparece estreñimiento en estos primeros meses de vida, conviene consultarlo con el pediatra para que indique qué tipo de leche debe tomar.
Los remedios de la abuela
Si tu hijo es estreñido, ya habrás oído mil consejos para vencer el problema. Las abuelas aconsejan estimular con una ramita de perejil untada en aceite o con la punta del termómetro, pero los pediatras no lo recomiendan, pues se corre el riesgo de que el niño acabe dependiendo de ese reflejo para ir al baño. Si hay que utilizar otros medios, como laxantes, deben ser indicados siempre por un médico. A veces, el problema desaparece durante un tiempo, pero...¡luego vuelve! Paciencia, hay niños a los que les cuesta más de forma habitual (estreñimiento crónico) y hay otros que tienen problemas por alguna circunstancia concreta, como retirar antes de tiempo el pañal o la vivencia de una situación emocional difícil, como la llegada de un hermano o el cambio de colegio.
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