Si todavía no eres consciente de la importancia que la literatura tiene en los niños, apunta bien, porque hoy te traemos algunos consejos que pueden hacer que los cuentos pasen a formar parte de la rutina de tus hijos.
La lectura es un hábito fundamental que debemos inculcar a los niños desde que son pequeños. Los cuentos son el primer contacto que los niños van a tener con el mundo de la literatura y, precisamente por ello, debemos intentar que esté presente en sus vidas desde que son bebés.
Sí, los cuentos no solo consiguen contarnos relatos fantásticos, también nos hacen crecer como individuos. Para que se entienda mejor, vamos a ir paso a paso:
La estimulación del desarrollo
Leer permite que los más pequeños se desarrollen cognitiva y emocionalmente. Los hábitos de lectura, que requieren una mayor concentración y comprensión, hacen que empiecen a asentarse algunas bases que serán útiles en un futuro para los niños. Así, cuando impulsamos a los niños a profundizar entre las páginas, no solo nos aseguramos de que vaya a aprender nuevo vocabulario, nuevos hábitos y nuevas culturas, sino que conseguirás todo esto mientras se divierte.
La estimulación de la imaginación y la creatividad
Cuando los niños son más pequeños, es común que su imaginación vuele a cualquier mundo. La creatividad corre por sus venas en ese momento y, exponerse a elementos que pueden ampliar aún más sus conocimientos, solo le hará estar más abierto a nuevas historias y nuevas formas de expresarlas, como los dibujos o ilustraciones.
Ayuda a estrechar vínculos familiares
Lo sabemos, muchas veces lo último que nos apetece al llegar a casa es coger un libro y ponernos a leer con nuestro niño. Aunque lleguemos cansados, leer para el pequeño es una tarea importante que fortalece los vínculos con él. Mediante la lectura, eres capaz de hacer que tu hijo estimule su imaginación y, además, vivir momentos familiares de calidad, donde la atención no se centra en mirar constantemente un móvil o una tablet.
Cómo crear una rutina de lectura: un cuento antes de dormir
Incorporar en el día a día del bebé las canciones, las rimas, las nanas... permite que conozcan los primeros recursos narrativos pero además de estos, es recomendable ir introduciendo los libros y cuentos ya que de ellos proviene la narrativa escrita y es imprescindible que también la conozca mediante esta vía.
Según la edad que tenga el niño las historias y los conflictos narrativos irán variando así como la apariencia de los libros. Distintas texturas, colores, sonidos, collages, luces... hoy en día podemos encontrar millones de formatos de cuentos o libros, tanto infantiles como juveniles, que llamarán su atención por muchos motivos para que la lectura se convierta en un hábito desde que son pequeños. Una forma de que el niño se implique en la historia y que realmente le interese el contenido del cuento es mediante el "teatrillo" de los papás. Te preguntarás, ¿que queremos decir con esto? Pues que los papás tendrán que poner distintas voces según los personajes que integren la historia, escenificar incluso los diálogos... ¡Deja volar tus dotes interpretativas!
Cualquier hora del día será buena para sorprenderles con una historia divertida, de aventuras, de juegos... pero si hay un momento que es especialmente indicado para leerle un cuento es por la noche. El instante justo antes de que se vaya a dormir, cuando ya está tranquilito metido en su cama o a punto de hacerlo, es uno de los momentos más bonitos, calmados, íntimos y afectivos que se dan entre padres e hijos. Leerle un cuento para dormir supondrá que se calme, que el pequeño se sienta protegido y todo ello facilitará que concilie el sueño antes.
Establecer unas rutinas, como puede ser la de leer un cuento antes de ir a dormir, y unos horarios para los distintos momentos del día permitirá que los conserven hasta su edad adulta. Lo aconsejable es que se realice a diario pero si por algún motivo los niños están cansados, enfermos... debemos también ser flexibles con ellos.
No debemos olvidar nunca que la acción de contar un cuento deben asociarla a un momento de relax, divertido o de alguna forma placentero para ellos. Y es que existen muchas situaciones que pueden convertirse en incómodas para los peques: los viajes largos, las largas esperas en aeropuertos, las salas de espera... precisamente estos también se convierten en momentos idóneos para que los niños se entretengan con los libros y los cuentos.
5 formas de conseguir que tu hijo ame los cuentos
Existen muchas formas de conseguir que a tu hijo le empiece a interesar la lectura, tantas formas como niños hay en el mundo. Sin embargo, en base a numerosos estudios, la mayoría de los expertos dan estos 5 consejos para hacer que los cuentos se conviertan en una forma de diversión para ellos.
1. Permíteles leer lo que quieran
Aunque pensemos que solo los clásicos son lo adecuado, deja que los niños lean lo que les llama la atención y que enciendan su imaginación mientras construyen su relación con la lectura. No importa el genero, si son relatos cortos, poesía o más bien ilustraciones, como los cómics.
Así se acostumbrarán a buscar los cuentos siempre que se lo quiera pasar bien y, después de un tiempo, podrás guiarlos a otros mundos literarios, como las novelas.
2. Experimenta con bibliotecas
Las bibliotecas son el sitio ideal para los niños. Aquí podrán explorar todas las posibilidades, encontrar sus genero favoritos y, quien sabe, a lo mejor empezar a descubrir escritores que les interesan. Este espacio abierto al conocimiento puede pasar a formar parte de la rutina familiar.
3. Predica con el ejemplo
No es ningún secreto que los niños aprenden observando lo que pasa a su alrededor. Los más pequeños nos usan de ejemplo constante y, precisamente por ello, debemos tratar de ser un buen patrón a seguir, incluyendo el hábito de la lectura.
4. No le obligues
La literatura, al igual que la diversión o la disciplina, tiene que adaptarse a cada momento. No debemos obligar al niño a leer un libro que no le interesa, ya que esto acabará generando rechazo en él. Lo más prudente es hacer que se aproxime por sí mismo, de manera que leer sea un disfrute y no una tortura.
5. Deja que los libros le rodeen
Procura que las estanterías con los cuentos infantiles estén accesibles, de forma que, cuando quiera, pueda ponerse a leer y ver las ilustraciones. No te olvides de llenar esta librería con libros adaptados por anos y, evidentemente, a los intereses de tu hijo.
Aquí tienes algunos más para que vayas añadiendo poco a poco en su mini biblioteca particular:
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