A todas las madres les surgen dudas con la llegada del verano: ¿Cuánta agua le debo dar? ¿Tendrá frío por las noches? ¿Se quemará durante la hora del paseo? Tranquila, este tipo de dudas son normales y tienen fácil solución. Descubre cómo alimentar a tu pequeño en los meses de calor y cómo protegerlo de cualquier agresión.
1. La hidratación es el 'kit' de la cuestión
Durante la temporada estival tanto niños como adultos deben mantener sus niveles de hidratación de forma óptima. El calor hace que perdamos los líquidos que conforman nuestro cuerpo y que son los encargados de que todo siga su normal funcionamiento. Los bebés son un colectivo en riesgo ya que necesitan más agua que los adultos.
En verano, lleva siempre agua contigo. Aunque la leche materna es la principal fuente de hidratación para los bebés, ya que contiene agua, si le das a tu pequeño leche de continuación, también estarás hidratándolo ya que para disolver los polvos hay que utilizar agua. Si tu pequeño tiene más de 6 meses, habrá comenzado a tomar otros alimentos además de la leche por lo que puede que le des 2 tomas de leche al día. 2 tomas diarias no contiene el agua suficiente para que se mantenga hidratado, por ello es importante que siempre lleves una botella de agua y le vayas ofreciendo, de esta forma evitarás que se deshidrate.
2. Un biberón puede ser la solución
Como ya te hemos dicho, tanto si le das pecho como si has comenzado a darle leche de continuación, este tipo de alimentación ayudan a mantenerlo hidratado, pero ya es sabido que durante el verano algo tan natural como darle el pecho puede resultar un poco complicado. Por ejemplo si estás en la playa con la crema de protección solar, el bikini... Un plan B siempre puede ser meter la leche de continuación en el bolso.
Al ser en polvo puedes llevarla a cualquier lugar sin el miedo de que se estropee. NIDINA 2 Premium de Nestlé te ofrece además la posibilidad de un formato líquido, perfecta para salir de más de un imprevisto y asegurarte de que tu bebé va a estar perfectamente cuidado. NIDINA 2 Premium con OPTIRPO® le aporta la cantidad y calidad de proteínas necesarias a su edad, además contiene hierro y zinc que contribuyen a la función normal del sistema inmunitario
3. Protégelo de sol
Debes proteger a tu pequeño tanto desde dentro como desde fuera. Si cuidas su alimentación para que esté siempre hidratado y su cuerpo no sufra las consecuencias del calor, también debes proteger su piel. El factor de protección solar que apliques a tu hijo debe ser siempre elevado. No expongas a tu pequeño al sol si tiene menos de 6 meses. Tampoco es recomendable que le dé el sol en exceso hasta que no haya cumplido los 3 años ya que las cremas con protección solar contienen algunos productos que su piel no puede tolerar.
Tranquila, puedes llevarte a tu bebé a la playa o alguna excursión a la montaña, siempre y cuando controles su exposición al sol y uses un factor de protección elevado. Tampoco te olvides de evitar las horas centrales del día.
4. Los accesorios necesarios
Como siempre, prevenir es mejor que curar así que además del citado protector solar, no te olvides de asegurarte que tu hijo salga a la calle con la cabeza cubierta. Una gorra un sombrero de explorador... Hay cientos de opciones, lo importante es que su cabecita esté siempre cubierta.
5. Flexibiliza los horarios
Parte de la culpa de que la vida de una mamá y la de su pequeño tenga coherencia reside en el orden. Los horarios de comida y sueño son muy complicados de fijar pero una vez establecidos, se convierten en nuestro mejor aliado. Con la llegada de las buenas temperaturas, es inevitable saltarse los horarios. Una tarde con los amigos se puede alargar y hacernos acostar a nuestro bebé más tarde de lo normal. Si vamos a la playa, darle de comer a su hora se convertirá en una misión imposible, y así toda una larga lista de etcéteras, por lo que lo mejor que puedes hacer es ser más flexible.
No hace falta que le des de comer a las 12:00, puedes jugar con los horarios pero siempre siguiendo un orden. De este modo el bebé se adaptará mejor a la nueva rutina veraniega y no se estresará si no come o echa la siesta a su hora exacta.
6. A la rica fruta
Si algo tiene el verano es que llega cargadito de frutas. Éste es un buen momento para hacer que tu hijo se familiarice con algunas de ellas. Además de ayudar a aportarle vitaminas y minerales, también se pueden convertir en un aliado para mantener a tu bebé hidratado.
7. Disfrutad del buen tiempo
A menudo nos pasa que nos agobiamos con protegerlo e intentar que todo esté bajo control y nos olvidamos de disfrutar del verano con nuestro bebé. Aprovecha el calor y sal a jugar con él. En la piscina, en el jardín, en el parque... Cualquier lugar puede convertirse en un cuarto de juegos siempre y cuando hayas seguido los anteriores puntos. El sol ayuda a sintetizar mucho mejor la vitamina D. La vitamina D ayuda a que nuestro organismo absorba mejor el calcio y contribuye al desarrollo normal de los huesos de tu hijo. Por todo ello es bueno que le dé el sol a tu pequeño, aunque por supuesto siempre de forma moderada.
Como consecuencia de este aumento de la actividad que tiene los pequeños durante su desarrollo y especialmente durante el verano, su consumo de energía es mucho mayor por lo que hay que cubrir estas nuevas necesidades. La leches ayuda a cubrir sus necesidades nutricionales diarias. La leche de continuación NIDINA 2 Premium con OPTIPRO® está especialmente pensada para tu pequeño ya que contiene la cantidad de proteínas necesarias para un bebé de su edad.
Portección, alimentación, hidratación y muchos juegos. ¡Este verano no dejes que nada os pare y disfrutad al máximo!
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