Antes que nada, ¿qué es un médium?
Médium significa en medio. El médium es, por lo tanto, una persona intermediaria entre dos mundos, el del cielo y el de la tierra, el de lo material y lo espiritual, el de los vivos y los muertos. Se comunica con entidades espirituales, guías que la sitúan sobre una vía espiritual de generosidad, de elevación, de perfeccionamiento.
Si no es así y se sitúa en la vía del mal, la persona está en relación con entidades llamadas negras, que debe evacuar de su espíritu y dejar durante un tiempo cualquier actividad como médium.
Normalmente, el médium es bastante fuerte, es decir, lúcido y con juicio, únicamente centrado en el bien que debe hacer a los demás, para no encontrarse con estas manifestaciones negativas.
Ser médium no da ningún poder. El médium es un hombre o una mujer normal. Su empatía natural, su sensibilidad y su gran fuerza física le permiten ver lo que los demás no ven u oír lo que los demás no oyen. El médium deja que su interlocutor actúe, sólo le dice lo que las Entidades le transmiten, no aconseja. Es simplemente un intermediario.
El médium capta el fluido energético de los demás, ejerce su arte sin ningún soporte material como cartas, péndulo, tarots, etc. Puede incluso entrar en trance durante algunos minutos y describir cosas, acontecimientos del pasado o del futuro. También puede retranscribir mensajes del más allá destinados a una persona.
El clarividente
Es un médium casi vidente, ve situaciones del pasado, del presente o del futuro. Funciona de la misma manera que funciona el inconsciente que no conoce ninguno de estos tres estados (presente, pasado y futuro). El médium ve lugares, escenas, situaciones, siente y tiene una fuerte intuición. Su gran problema es el tiempo, porque lo que ve puede realizarse en un período de seis meses o un año.
El vidente
Ve, percibe, oye y siente, entra en una osmosis total con su consultante. Saca del inconsciente de la persona que lo consulta los acontecimientos más importantes de su vida, de los que lo rodean, y debe poder sentir de manera muy clara la situación actual del consultante. Es el primer criterio de un buen vidente
El vidente utiliza a menudo soportes simbólicos que lo ayudan a afinar su sexto sentido, de ahí su dificultad para definir el tiempo. Lo que ve, a menudo le parece inmediato, ya que capta el acontecimiento principal, las grandes etapas de la vida del consultante, entreve la misión que tiene éste tiene en la vida, y para él todo pasa como una película a cámara rápida. ¿Cuánto tiempo necesitará el consultante? Misterio…
Los médiums y la muerte
Un médium nunca habla de la muerte, ya que nadie puede decir cuándo y cómo moriremos. La muerte es, como el nacimiento, el misterio de la vida, y nadie puede anunciar la muerte.
Hablemos de los espiritistas, que son médiums que se dedican a comunicarse con los espíritus de los difuntos. A menudo se ayudan de una foto o un objeto perteneciente al difunto. Su especialidad es contactar con ellos, pero es muy peligroso y nose aconseja hacerlo. El mundo de los muertos no es nuestro mundo, el de los vivos.
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Desconfianza
Desconfiemos de aprendices de brujo que manejan estos instrumentos temibles como el espiritismo y la mediumnidad. Hay que tener las cosas claras, y dirigirse únicamente hacia el bien que se pueda aportar a los demás, y vivir en total desinterés. Quien pide cantidades astronómicas no es un vidente o un médium, es un estafador.