Existen universos paralelos donde los relojes trascienden de su mera funcionalidad para elevarse a la categoría de arte. Artesanía, lujo y estética se alían magistralmente dando lugar a piezas únicas. Tan únicas que alcanzan precios desorbitados y resultan inalcanzables para la mayoría. Siempre ha habido clases.
¿Qué pasa? Que la sociedad cambia, el mundo se globaliza y lo que antes estaba reservado para una élite dispuesta a fundir la billetera, ahora se extiende a los bolsillos menos pudientes por obra y gracia del World Wide Web.
Si no quieres conformarte con seguir pegando la nariz en el escaparate de la joyería y necesitas ver tu muñeca vestida de gala, te informamos que existe un exclusivo club que te pone el lujo en bandeja.
Afiliándote al Club de membresía Eleven James, tienes la oportunidad de alquilar relojes de lujo a precios razonables. Puedes probar hasta un máximo de seis por año, a elegir entre 30 marcas punteras de alta relojería. Para ello debes suscribirte a uno de estos planes: Entusiasta (cuesta 149 dólares al mes y da opción a probar tres relojes por año), Aficionado (299 dólares), Connoisseur (579 dólares) y Virtuoso (999 dólares). Además te ofrecen ventajas como el ahorro del 10% del importe si pagas la suscripción anual en una sola cuota, o la posibilidad de comprar los relojes por si te has encariñado demasiado con ellos.
Tú no eliges el reloj, él te elige a ti
En este club, el factor sorpresa juega un papel importante: tú no eliges el reloj, él te elige a ti. Según tu perfil, tus gustos y preferencias, te asignan el modelo que pueda ir más acorde con tu personalidad. ¿Que no te gusta? Pues se cambia, que para eso vas a desembolsar entre 2.700 y 17.250 dólares por hacerte miembro de esta sociedad de tan alto copete.
La cabecita pensante de la que ha salido esta idea se llama Randy Brandoff, que cree fielmente en el poder de la accesibilidad. El lujo ya no pertenece sólo a los propietarios, compartirlo al resto del mundo es una maniobra de éxito. "Nuestros miembros se están dando cuenta de que hay mucho más variedad de lo que son conscientes", explica Brandoff. "Eleven James es una forma de conseguir nuevos compradores en el mundo de al alta relojería. El hecho de dar la opción a probarlos sin compromiso, es una especie de pre-calentamiento para que el cliente acabe invirtiendo en ellos". Puro márketing.
Y si el tiempo tiene que pasas volando, mejor que sea con uno de estos en la muñeca, ¿no? Si esto te ha sabido a poco y eres una loca de los complementos, aquí te ponemos los dientes largos para que sucumbas (o no) a la tentación del lujo.
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