Los expertos en joyería la definen como una “maravilla de la naturaleza”, tanto por su color rosa intenso como por su rareza.
Actualmente existen muy pocos diamantes de color por lo que su extrema rareza los convierte en piezas únicas que muy pocos apasionados de las joyas tienen la posibilidad de pagar.
Antes de contarte los detalles de esta venta millonaria, admira la belleza del denominado Pink Star y de algunos otros diamantes rosas. ¡Son preciosos!
Seguro que ya te ha deslumbrado, Pink Star tiene nada más y nada menos que 59’6 quilates y estaba valorada en unos cincuenta millones de euros. Salió a subasta por cuarenta y cuatro millones de euros y en cuestión de minutos la puja organizada en Ginebra por la casa de subastas Sotheby’s llegó a los 62 318 713 euros, el mayor precio alcanzado en el mundo por una gema de este tipo.
Nada más anunciarse el lote un profundo silencio inundó la sala del Hotel Beau Rivage. Su belleza eclipsó a todos sus asistentes. Nosotros aún estamos recuperando el habla.
Las joyas como estas no tienen precio, son una excelente inversión cuyo valor nunca deja de aumentar. Para que os hagáis una idea, el mercado de los diamantes aumenta anualmente un 6%. Así que ya sabes, si estabas pensando en invertir, que sea en diamantes como estos:
La particularidad de las piedras de color se debe a un defecto de la naturaleza provocado en los átomos de azote que forman estas piedras y que se colorean. Una anomalía que solo afecta a dos de cada cien diamantes.
Pink Star fue encontrada en Sudáfrica por De Beers, tardó dos años en tallarse y pulirse y fue presentada por primera vez en 2003 en Mónaco.
Le sigue en la lista de récords el Graff Pink, otro diamante rosa de 24’78 quilates que alcanzó en su momento la cifra de treinta y cuatro millones de euros.
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