Ahora esto ha cambiado de la mano de los creadores, pues la diadema ha hecho su reaparición. De accesorio complementario, hortera y anticuado ha pasado al estatus de objeto de moda y joya para el cabello. Las hay para todos los gustos, estilos de pelo y ocasiones.
La diadema: el must de los accesorios
Típico de la moda, una tendencia que creíamos enterrada puede resucitar en cualquier momento. Esto es justo lo que ha sucedido con la diadema. Se la llegó a condenar al ostracismo, y ahora la vemos cada vez más en las cabelleras más cool de la noche. Con ella sacaremos partido a nuestro pelo y puede llegar a ser muy glamurosa: con cristales, estrás, tejidos modernistas o incluso accesorios decorativos como las plumas, todos ellos perfectos para tus veladas. Se han acabado las grandes diademas de terciopelo. El cabello se ha convertido en el nuevo terreno de juego, en una parte más del cuerpo que decorar con accesorios.
Cómo llevar la diadema
Todo es posible: elegante, sofisticada o hippie. Los diferentes estilos que puede darnos una diadema dependen sobre todo de nuestro tipo de cabello. En cualquier caso, aunque lo tengamos rizado, liso, grueso, fino o crespado, hay que saber que existe una diadema para nosotras, y que no sirve de nada colocarla en una cabellera sin volumen o sencillamente para sujetar el pelo.
Por eso lo mejor, y para aprovechar al máximo este accesorio, es que el cabello tenga un poco de volumen. Así que si tu pelo es liso y fino, sécatelo con la cabeza hacia abajo para darle cuerpo y voluminosidad.
Para un look moderno, llévala con el cabello sujeto. Y, al contrario, si quieres lucir un aire más bohemio: déjatelo suelto. En ambos casos, olvídate de ponértela como cuando eras pequeña: nunca la debemos utilizar para despejar la frente y retirar el pelo. Ahora se lleva en medio de la cabeza, escondiendo a más no poder sus dientes. Crespa la parte de atrás del cabello si le falta volumen o hazte un moño. Incluso puedes hacer trampa y utilizar (sin que se vean...) unas cuantas horquillas.
Si consideras que el resultado que te da la diadema es demasiado estructurado, deja escapar algunos mechones para dar un falso efecto despeinado.
Diademas prohibidas
Por lo general, evita las de la infancia: demasiado grandes, de terciopelo o, incluso peor, de topos. No obstante, siempre hay excepciones: las anchas puedes llevarlas si las acompañas de un accesorio XXL.
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Las diademas típicas de la década de los sesenta son un riesgo, empujar hacia parte del cabello con la diadema hará que parezcamos unas abuelitas.