Literalmente son quemaduras solares, zonas en las que el sol incide sin ninguna protección. Esta tendencia consiste en diseñar al gusto las marcas que el sol deja sobre nuestra dermis. Hay varios métodos de realizar estos tatuajes. Se puede dibujar con un protector solar el diseño que hayamos elegido, y dejar el resto a la exposición solar, de tal modo que la piel queda en dos tonalidades: el dibujo permanece del color de nuestra piel y el resto de la superficie cutánea se quema. Otra forma de lograr un sunburn tattoo es recortando siluetas en prendas de vestir y tomando el sol con ellas. Así, es la zona del dibujo la que queda quemada por el sol.
Esta práctica, además del posterior dolor, requiere otro sacrificio, y éste es el de estar renovando la crema de nuestro dibujo periódicamente, de tal modo que no se difumine su silueta, por lo que la precisión es máxima.
El porqué de su éxito es muy sencillo: son tatuajes efímeros. La principal pega de un tatuaje de tinta es su duración. Estar marcado de por vida con un mensaje, dibujo o retrato, echa para atrás a muchas personas, algo que no ocurre con los tatuajes solares. Instagram se llena de flores, infinitos o simpáticos logos que duran lo que dura el verano.
Riesgos del sunburn
El peligro de esta nueva moda es sin duda el daño dermatológico que pueden causarnos. Ningún tipo de quemadura es bueno para nuestra piel, y esta sobre exposición a los rayos UVA puede causar erupción cutánea, hipersensibilidad, y por supuesto aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.
El envejecimiento de la piel es otra de las consecuencias de esta peligrosa moda. La piel tiene memoria, y aunque las marcas desaparezcan, quemaduras antiguas son desencadenantes de futuras enfermedades de la piel, como el cáncer.
Un plan B
Sin embargo hay varias formas de obtener un tatuaje solar y no poner en peligro nuestra piel. Tan sencillo como colocarse una pegatina con la forma deseada sobre la piel, y tomar el sol de una forma correcta, con protección. Eso sí, esta alternativa tarda bastante más en adquirir la tonalidad deseada, todo depende de la facilidad de ligar bronce de cada persona. Hay incluso quienes se aventuran a realizar estos originales dibujos utilizando el negativo de una cámara de fotos, de esta forma los rayos penetran y permite que el dibujo sea más preciso.
Todo el mundo ha tenido alguna vez que cargar con una marca en la piel, consecuencia de un descuido como aplicarse mal la crema solar o simplemente de haberse quemado sin darse cuenta. Mientras la clásica reacción ante la marca de un tirante, es tomar el doble de sol para eliminarla, con los tatuajes solares la diferencia de color es algo buscado. La salud deja de importar para anteponer lo estético. ¿Qué os parece esta peligrosa moda?
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