Definición
Generalmente, se llama "lana" a las fibras del cordero. Sin embargo, hay otros tipos de lana que se designan con el nombre del animal del que provienen: la lana "mohair”, que viene del conejo mohair; la angora, que viene del conejo de angora; o cabra llamada cachemira, la llama, la alpaca...
Sus características
Muy buen aislante térmico, la lana conserva el calor manteniendo alrededor de un 80% de aire en su propio peso. Absorbe fácilmente la humedad y permanece relativamente estirable.
El cuidado
La lana de oveja es más bien sólida y sólo necesita lavarse con precaución para no deformarse.
El cachemir: la primera regla es quitarse la prenda con suavidad y no tirar del cuello ni de las costuras. El cachemir hace bolas, hasta el de mejor calidad. Así pues, basta con quitarlas con la mano en cuanto aparecen. También puedes utilizar un cepillo suave especial, pero cepilla siempre con mucho cuidado en el sentido del punto, de arriba abajo.
El mohair y la angora: antes de ponerte un jersey y después de haberlo lavado, ponlo en una bolsa de plástico y guárdalo en la nevera durante 1 o 2 horas o en el congelador durante 1 hora como máximo. Sácalo media hora antes de ponértelo.
El lavado
Independientemente del tipo de lana, es importante respetar el etiquetado.
La lana de oveja: a menudo espesa, puedes lavarla a máquina, pero a 30°C y en modo delicado. Lo ideal es poner la prenda en una funda de almohada o en una red.
Lávala sola la primera vez, porque puede desteñir. Lo mejor es utilizar un detergente especial para lana y añadirle suavizante, que la dejará brillante y sedosa. Piensa en secar la prenda sobre una percha para que no se deforme. La lana no se lava muy a menudo, ya que puede estropearse rápidamente.
LETTER
Las lanas delicadas: angora, cachemir, mohair...
Se lavan a mano y en frío y se seca en plano. Piensa en escurrirla bien; la lana con demasiada agua puede deformarse y estirarse...
Truco para escurrirla: tras haberla lavado, pon la lana en una funda de almohada y métela en el tambor de la lavadora. ¡Un centrifugado suave permite quitarle el máximo de agua!
Para plancharla: pon la prenda del revés y humedécela un poco para no quemar las fibras de la lana.
¿Lo sabías?
Para los recién nacidos, existen lanas suaves, que no pican y cuidan su piel tan sensible.