Los museos no tienen por qué preservar grandes obras de arte. Así lo demuestra el Museo de Vibradores Antiguos situado en la ciudad norteamericana de San Francisco: un peculiar recorrido por los primeros vibradores eléctricos. Echa un vistazo a estos modelos e intenta adivinar cómo se utilizaban. Difícil, ¿verdad?
Con plumas, con aspecto de secador de pelo, con ruedas giratorias, de gran tamaño... Los tatarabuelos de los vibradores actuales nacieron a finales del siglo XIX y no tenían nada en común con sus descendientes más modernos. Desde entonces, su historia nos habla de más de un siglo de evolución y placer.
Joseph Mortimer Granville es considerado el inventor del primero de estos aparatos que, en sus orígenes, se utilizaba dentro de la consulta médica para aliviar lo que se conocía como histeria femenina (el deseo sexual reprimido de las mujeres). Un tema que ha inspirado películas como Hysteria o series como Masters of sex, ambas basadas en la investigación del orgasmo femenino.
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Tras estos primeros prototipos, el vibrador salió de las consultas, dejó de ser un tratamiento y empezó a considerarse un elemento de placer. La forma fálica que hoy en día asociamos con este tipo de consoladores nada tiene que ver con los primeros modelos. ¿Los vibradores también se han dejado llevar por las modas? No, se trata más bien de una cuestión práctica o es que, ¿acaso te imaginas cómo utilizaron alguno de estos modelos antiguos?